La dimensión desconocida: El refugio (TV) (1961)

Una agradable celebración de cumpleaños se ve interrumpida por el anuncio en la radio de un ataque aéreo.

El horror tiene muchas formas, pero quizá la más espeluznante sea la que no se ampara en la fantasía o la imaginación, sino la que habita en el alma humana. Cuando el miedo se desata el barniz de la civilización desaparece y nos muestra tal y como somos: los amigos se convierten en enemigos, las viejas rencillas salen a la luz y claman por un resarcimiento, el egoísmo es capaz de derribar los antiguos valores por los que antaño regimos nuestra vida; la anarquía reina, la violencia explota, la lucha por la supervivencia no conoce límites.

Serling, que ya había explorado estos temas en el mítico episodio “The Monsters Are Due on Maple Street”, se vio con el suficiente prestigio como para no tener que recurrir a metáforas. Sabemos que el ataque no es llevado a cabo por extraterrestres, sino por comunistas. Utiliza además un famoso símbolo de los Estados Unidos de por aquel entonces, fácilmente identificable por cualquier espectador de la época, como es el del refugio nuclear.

El pánico, la ansiedad que vivía su país durante aquellos años de Guerra Fría queda fielmente reflejada. El contraste entre el ambiente cordial de ese cumpleaños y lo que vendrá más tarde añade fuerza al mensaje de un capítulo imprescindible de la serie.

331/09(10/09/21) Icónico gran episodio 68 de la serie de culto antológica The Twilight Zone, creada por Rod Serling para la CBS, teniendo una premisa similar a un capítulo popular ya emitido como fue 'The Monsters Are Due On Maple Street', ello por el modo de retratar a una comunidad suburbana de clase media como ante un hecho dramático extremo reacciona de modo visceral, saliendo a flote la verdadera personalidad de cada uno, explora las fachadas de corrección política que nos auto imponemos en sociedad, y como estas máscaras caen cuando nos ponen ante algo radical, como en realidad (Serling nos viene a decir) todos somos unos salvajes atávicos, que solo pensamos en nuestro bien, sin pensar en los demás, la supervivencia `personal por encima de todo, aunque sea pisoteando al de al lado. Este es un episodio de los pocos de la serie que no tiene ningún elemento fantástico (sobrenatural o de ciencia ficción), de hecho trata un tema contemporáneo de modo diáfano, como era el miedo/pánico en USA a sufrir un ataque nuclear, muy en boga en ese tiempo de Guerra Fría, donde era latente el peligro a una Guerra Nuclear, en aquellos momentos con epicentro en Berlín, que quería la URSS los aliados la abandonaran para dejarla toda a los comunistas. Aunque no se dice que la advertencia de ataque sea de los soviéticos es claro que no pueden ser otros. Maravillosamente llevado en su ritmo y crescendo dramático opresivo, hasta desembocar en un clímax propio de “La Jauría Humana”, donde resonaran las palabras de uno de los protagonistas radiografiando la cainita Condición Humana. También es de resaltar que fue la primera vez en la serie en la que Rod Serling abordó de frente el tema del racismo, otras veces lo había hecho alegóricamente.

Con este episodio se da el debut en la serie del director Lamont Johnson, pilar en la tercera temporada, dirigiendo algunos de los mejores episodios del programa, como "Cinco personajes en busca de una salida" y un par del escritor George Clayton Johnson, "Nada en la oscuridad" y "Kick the Can", también dirigió el episodio de la cuarta temporada de Charles Beaumont "Passage on the Lady Anne", su único crédito como director de la serie más allá de la tercera temporada. Johnson también dirigió "One More Pallbearer", un episodio escrito por Rod Serling que está relacionado temáticamente con "The Shelter" en el sentido de que gira en torno a un refugio contra la lluvia radiactiva, aunque los episodios difieren radicalmente en su enfoque del tema.

Narración de apertura: Lo que estás a punto de ver es una pesadilla. No tiene la intención de ser profético, no tiene por qué suceder, es la oración ferviente y urgente de todos los hombres de buena voluntad para que nunca suceda. Pero en este lugar, en este momento, sucede. Esta es la Zona Crepuscular.

Es una noche típica en una comunidad suburbana típica. En la residencia del médico Bill Stockton, disfruta de una fiesta de cumpleaños organizada por su esposa Grace y su hijo de 12 años Paul. También en la fiesta están Jerry Harlowe, el cuñado de Bill; Frank Henderson y Marty Weiss, ex compañeros de cuarto de Bill y Jerry; y las esposas e hijos de Jerry, Frank y Marty. Bill es bien conocido y querido por esta reunión; asistió a la Universidad Estatal con Marty, Frank y Jerry. Además, Bill ha contribuido repetidamente a la salud y el bienestar de cada uno de dichos huéspedes y / o alumbra a sus hijos. Todo el mundo es especialmente amable y jovial, incluso cuando se menciona el trabajo nocturno de Bill en un refugio antiaéreo que ha construido en su sótano. De repente, una Defensa Civil (CONELRAD) se hace un anuncio escuchado por el joven Paul de que se han detectado objetos no identificados que se dirigen a los Estados Unidos. En estos tiempos, todo el mundo sabe lo que eso significa: ataque nuclear. Entonces aparece Rod Serling para hacer la introducción del episodio: "Lo que estás a punto de ver es una pesadilla. No tiene la intención de ser profético; no tiene por qué suceder. Es la oración ferviente y urgente de todos los hombres de buena voluntad para que nunca suceda. Pero en este lugar, en este momento, sucede. Esta es la dimensión desconocida". Tras lo que sobreviene el pánico, el médico se encierra a sí mismo y a su familia en su refugio. La misma reunión de amigos se pone histérica y ahora quiere ocupar el refugio.

En cierto modo me recuerda la historia ala de la fábula de “La cigarra y la hormiga”, donde la hormiga trabajaba en recolectar comida para el invierno, mientras la cigarra estaba ociosa riéndose de la hormiga, y cuando llegó el Invierno la hormiga tenía para comer, y la cigarra nada tenía y pidió comida a la hormiga. Pues algo así es este relato, solo que la hormiga/doctor es un refugio lo que ha construido en vez de recopilar comida, y sus vecinos los que se burlan de él, hasta que se dan cuenta de su gran error y corren a pedir ayuda a la hormiga, pero este no tiene comida para todos, perdón, refugio. Es en las situaciones al borde de la muerte cuando aflora el carácter real de las personas, lo mejor y lo peor, los que durante una cena hace unos minutos eran serviciales, simpáticos y cordiales, se vuelven hostiles y se desatan su individualismo egocéntrico cuando creemos que nosotros merecemos más que el de al lado y punto, ese lado egoísta tan intrínseco al ser humano. La ira, la histeria, y el salvajismo más irracional como válvula de escape a nuestra desdicha, que ,más da que lo hacemos, si nos ponemos a pensar un poquito, no tiene sentido (spoiler), llegando a parecer más algo así como que si nosotros no podemos sobrevivir, pues nuestro vecino tampoco. Salen a relucir sentimientos de discriminación nunca antes vistos en esta comunidad, con lo que suponemos que siempre en realidad han estado ahí de modo latente.

Es uno de esos capítulos que te hace sentir el dilema moral de que haríamos nosotros en la situación de los protagonistas,... (sigo en spoiler)