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La patrulla del desierto (Miniserie de TV) (1993)

Sinopsis
Es una historia de ficción ambientada durante el primer año de la Guerra del Pacífico, en 1879. Se trataba de una patrulla del ejército chileno, integrada por el Capitán Javier Rozas (Cristián Campos), el Teniente Vicente Larrondo (Remigio Remedy) el sargento Pedro Salcedo (Roberto Poblete) y los soldados Diego León (Sebastián Dahm), Juan Ponce (Regildo Castro) y el chino Chang Ling (Sergio Gajardo), que cumplían una serie de misiones especiales.

La patrulla la conformó Javier Rozas, con mineros del salitre (Salcedo, León, Ponce), un chino prófugo (Chang Ling) y su cuñado (Larrondo), con el fin de internar armas para un levantamiento chileno en Antofagasta, Bolivia. El plan fracasa por una traición, pero a Rozas le gustó el trabajo de sus hombres y pide incorporarlos al ejército chileno. Así, en su segunda misión, cuando deben rescatar de prisión a un espía chileno, son oficialmente soldados del ejército nacional. (FILMAFFINITY)
Género
Serie de TV Drama Miniserie de TV Siglo XIX Histórico
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Chile Chile
Título original:
La patrulla del desierto
Compañías
7
La mejor miniserie histórica chilena de 1993
E incluso recibió un premio Apes (en los tiempos en que estos premios tenían cierto prestigio) aunque fue una competencia injusta porque en realidad fue la única miniserie histórica del año 1993, en serio.

Situada en los inicios de la Guerra Del Pacifico, entre Chile y una alianza Perú-Boliviana, narra las aventuras de un grupo de soldados chilenos realizando misiones especiales, vagamente –muy vagamente- basadas en hechos reales. Las tramas son entretenidas y los personajes en general caen bien, como los mineros que representan al pueblo chileno y ahora son soldados, o el capitán Rozas, noble y romántico. Hay escenas de acción, con tiroteos y peleas a puño limpio o cuchilladas, y a veces el ritmo es algo lento pero lo compensa con escenas más dinámicas. Lo que no hay es presupuesto, vemos un par de decenas de uniformes de tres países distintos, armas como revólveres y rifles, caballos y algunos escenarios que corresponden al interior de casas y cuarteles. Pero no esperen grandes batallas o que muestren escenas exteriores que ocurran en pueblos o ciudades, comprensible puesto que no había mucho dinero, pero se las arreglan para una miniserie que es lo bastante entretenida para que valga la pena, aunque su estética y dirección son muy televisivas, sin tampoco destacar en ese aspecto.
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