Caza a muerte (2010)

Una película protagonizada por la estrella de lucha libre Steve Austin, ¿alguien necesita más reclamos para verla? ¿y si unimos un estupendo reparto de villanos? Bueno, entonces esa es otra película y no lo que tenemos aquí porque de los villanos ya hablaré más a gusto adelante.

Bueno Steve ¿qué te ha pasado, que unos malotes tienen a tu hija y hay que hacerles de guía por el bosque? No hay problema, el bosque es un buen lugar para hacérselo pagar bien pagado y más siendo un tocho de 115 kilos y 1'90 de estatura. Que los títulos de lucha libre no se ganan por la cara, no no, el físico no es todo y hay que currárselo como diría nuestra Sara Carbonero.

Y no hace falta ponerse nervioso, que tus compis de acampada son la mayor panda de patanes e inútiles que se ha visto en mucho tiempo. Podías haber sacado los sudokus que seguro que después cogías a tu hija y te ibas tranquilamente, puesto que no quedaría ninguno con vida.

¿Y el malo malote de todos? No hay problema, se le mete un palazo y punto. Anda, que se ha levantado y todo, pues que le vamos a hacer. Lo tiramos por un balcón y problema resuelto. Mecachis, si sigue andando y todo. Nos lo jugamos a una carta, lo empalamos con un quad contra la pared y listo. ¡¡¡Sigue riéndose de mí!!! No de Steve Austin. Problema resuelto.

Soy Steve Austin y me gusta escalar montañas. Machacar tipos es un deleite, pero escalar es mi segunda cosa favorita. Y si me caigo, como soy un tipo anchote no me pasa nada he he (sonidos extraños).

Nota del autor: Steve se pasa media película escalando.

Hay elementos insufribles en este telefilm que hacen que extienda mi empatia a todos los que les ha resultado un thriller muy mediocre. Interpretaciones muy justitas, guión patéticamente previsible, personajes odiosos, tanto los malos como los buenos... . Se hizo claro que el film se hizo por y para el lucimiento del Sr. Austin Luchador Americano que lo protagoniza, no para pasar a la historia del cine, ni añadir un nuevo título glorioso al cine de acción. Quien entienda eso se ahorrará la enorme decepción de esperar lo que el film no le va a dar: una historia sólida con personajes sólidos...
Pese a todo, el fascismo innato en este tipo de relatos (llamémoslo por su nombre, por favor), mantiene la atención y a pesar de sus inusuales casi 100 minutos, una duración que excede el promedio de estas historias, el film no se hace pesado y puede llenar perfectamente un hueco de ociosidad de fin de semana sin mejores expectativas. La fotografía de los escenarios forestales también pone un punto a favor, de lo poco que tiene que destacar, este pobre telefilm.