Papás a la fuerza (2009)

Y voy como una idiota y me meto a ver esto, así sin pestañear, sin detenerme a pensar un rato. Y ahora me siento estúpida porque pensé que la película no daría para mucho pero que Robin Williams la salvaría; ese hombre entrañable. Pero no fue así, y el cuadro fue más patético cuando apareció Travolta haciendo de maduro ligón de veinteañeras dando pena... o más bien asco.

La trama es completamente sorprendente, ya que mediante un guión insólito y portentoso cuanto menos, no te esperas para nada todo lo que se va aconteciendo...

Las dos mujeres no sé si el guión las exigía que hicieran de retrasadas, o que el doblaje ha sido pésimo. El efecto que hacen para la sonrisita de Travolta en vez de dar la risa a mí me dio miedo. Y lo digo completamente en serio.

Por Dios, cuántas estupideces en una hora y media... Y cuando se pone un poco sentimental la película, decides cortarte las venas con la entrada de cine.

El caso es que antes de meteros a ver una película, lo que tenéis que hacer es fijaros detenidamente en el nombre de ésta. Hagamos una prueba, si no os importa: "Dos-canguros-muy-maduros" Ahora repetid el nombre una y otra vez: ¡Joder, es estúpido! Si el nombre ya es ridículo, imagínense la película...

Deberían haber dado más protagonismo al chiquitín pelirrojo porque es el único que te saca una sonrisa. De hecho, si no llega a ser por él, creo que anoche hubiese incendiado el cine.

¡Joder, este tipo de cine hace que brote mi vena hooligan!

Yo entiendo que el leer un guión puede ser una tarea engañosa. Con esto me quiero refererir a que el actor lee el guión y, alomejor, éste parece divertido mientras lo lee y luego plasmado en la pantalla es justo lo contrario y resulta una película bastante mala. Pero todo esto es sólo una suposición. Pero bueno, todos los actores tienen derecho a hacer una película mala y TODOS lo hacen.

De la historia no podemos hablar porque realmente es que es tan absurda y simple que no merece mención ninguna. Esto no sería un problema, sí han leído bien, no sería un problema si el guión o los actores fueran graciosos, pero el guión es previsible, sin gracia, sin situaciones originales (de hecho los supuestos golpes de efecto de la cinta son patéticos), con unos personajes dignos de estudio psicológico y con unas interpretaciones merecedoras de un Razzie.

Unos gordos John Travolta y Robin Williams, éste último sale en calzoncillos y me parece increíble que nadie le haya quitado esa idea de la cabeza, son los protagonistas más despistados que he visto en mucho tiempo, realmente no saben la película que están protagonizando ni lo que están haciendo o diciendo, y se dedican a recitar un guión con frases a cual más absurda y ridícula que la anterior. Seguramente hubieran sido una gran pareja cómica en otro momento de sus vidas.

A pesar de ser un excremento fílmico (como dirían los maestros de Homo Zapping) de primera categoría, y digo de primera categoría porque lo protagonizan dos estrellas consagradas, la cinta de penoso título español, ha recaudado casi 50 millones de dólares en Estados Unidos, increíble.

Lo mejor: Seth Green.
Lo peor: que Travolta y Williams tengan esto en su filmografía.