Absolutamente fabulosas (Serie de TV) (1992)

Podríamos definir “Absolutamente fabulosas” como la enésima serie de culto de humor británico. Desconocida por muchos, adorada por otros, la serie que protagonizan Edina y Patsy arrancó con las Olimpiadas del 1992 en Barcelona y regresó con las de Londres 2012. 20 años, 6 temporadas y un filme en proyecto para el 2013 —y otro que se filmó con diferentes actores en una producción en mayor parte francesa y que fue recibida con malas críticas de público y crítica—, pero sobre todo estamos ante una vuelta de tuerca a las situaciones familiares y la imagen de ‘ser fabulosa’. El cambio de roles es visible respecto a esa madre inmadura y eternamente adolescente, doblemente divorciada, que cumple los 40 en la primera temporada y su hija que alcanza la mayoría de edad y es inteligente y adulta. Una cuida de la otra… y no falta una mala compañía como la genial Patsy. Ambas mujeres vivieron en los 60 sus mejores instantáneas y ahora intentan mantener el tipo si sus hígados y cerebros se lo permiten, claro.

Chistes de mal gusto sociales, familiares y referencias al famoseo de la época que acabó siendo también la nuestra. Champán, cocaína y demás drogas… dan una amalgama del loco mundo de la moda donde ‘trabajan’. La gracia de “Absolutamente fabulosas” es que tiene una capacidad sorprendente para girar los tornillos en sentido contrario y reírse del mundo de la moda y las tendencias del momento pasado, presente y futuro. Obviamente la moda es un concepto voluble y gracias a esta fantástica serie podemos observar los 90 y contraponerlo a la hipocresía de la moda presente. Todo es fabuloso, todo realmente esconde un vacio interior… rellenado aquí con numerosas risas y un concepto del humor entre el mal gusto, la irreverencia y la genialidad fashion.

Entre funerales de escándalo y viajes a Marruecos desopilantes, que ahora provocarían una yihad, las aventuras de Patsy y Edina siempre causan conmoción o mucha resaca. Desde un viaje a Francia con robo de volante incluido, escándalos de prensa sensacionalista, y éxtasis en el salón aparte. Episodios como “Poor” (quinto de la segunda temporada), la madurez mostrada de ese supuesto final en la tercera o cameos divinos (de la muerte) como Naomi Campbell, Emma Bunton, Lulu, Elthon John, Christian Lacroix, Twiggy, Fern Britton o Stella McCartney. Da lo mismo que se vayan a París para hacer un destape y topless forzado de una madre a una hija, o se decanten por una cámara casera, con boda y plan divino por medio. La colocación del hueso de Patsy y los trajes de Bubble (especial mención para el homenaje a los Teletubbies) entre menopáusicas anónimas… merecen absolutamente un punto aparte. Un punto con un par de coronas de absolutamente fabulosas. Como el tema musical con el que abren cada capítulo…