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Joven y bonita (2013)

Joven y bonita
94 min.
6,4
10.495
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Trailer (ESPAÑOL)
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Sinopsis
Isabelle, una hermosa joven de 17 años que pertenece a una familia de clase alta de París, parece tener el mundo a sus pies. Pero tras un verano en el que la pérdida de la virginidad le resulta decepcionante, un viaje de autodescubrimiento sexual la embarcará a partir del otoño en una doble vida: estudiante de día y prostituta de lujo por las tardes. Esta es su historia, a través de cuatro estaciones y cuatro canciones. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Prostitución Adolescencia
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Francia Francia
Título original:
Jeune et jolie (Young & Beautiful)
Duración
94 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
2013: Premios Cesar: Nominada a Mejor actriz revelación y secundaria
2013: Festival de Cannes: Sección oficial largometrajes a concurso
8
Estaciones sexuales
François Ozon vuelve a interesarse por la adolescencia y el choque que se produce entre el mundo de los jóvenes y de los adultos. Joven y bonita llega después de su cinta más celebrada, En la casa, y lejos de decepcionar revela a un Ozon más refinado, más seguro como narrador y más provocador que nunca. La eterna sensibilidad e identificación femenina del director le lleva a acercarnos la historia de Isabelle, una chica de dieciséis años que tras tener su primera experiencia sexual acaba prostituyéndose en hoteles de lujo. Lo que en otras manos sería una invitación a la inmoralidad y a lo rocambolesco, Joven y bonita combina la sórdido con lo delicado y amplía su discurso hasta ofrecernos un bello retrato de la sexualidad y los tabúes de una sociedad mojigata.

Ozon dispone el relato en cuatro partes o estaciones del año: el verano coincide con el primer contacto sexual, con la familiarización de lo prohibido y la desinhibición que acompaña al calor; el otoño es el momento en que Isabelle se mete de lleno en su papel de chica de compañía y disfruta de la rutina y el riesgo que implica su inusitada dedicación; el invierno es el tiempo de la reclusión, y a la caída de las hojas se desvela también el secreto de Isabelle, abriendo un cisma en el seno familiar; y finalmente llegamos a la primavera, que puede entenderse como el regreso de un tiempo cíclico o bien el final de etapa de una Isabelle que ha sabido reconducir su incontenible hambre de sexo. Todos esos tiempos son también el retrato de distintas mujeres: al principio, Isabelle pasa de niña a mujer para posteriormente explotar toda su carnalidad con otros hombres a cambio de dinero, y finalmente esa historia tiene serias repercusiones tanto en la madre de Isabelle como en la esposa de uno de los clientes de la chica.

Ozon no juzga a su protagonista, no explicita los condicionantes personales y externos que han podido llevar al personaje a cruzar la frontera del voyeurismo, no reconduce su historia hacia determinada gratuidad o reflexión concreta, ni tan siquiera ofrece asideros para leer el film en una única dirección: de ahí surge la ambigua y subyugante belleza de una película cargada de melancolía que tras su chocante premisa esconde una oda a la mujer. Ningún otro cineasta a excepción de Almodóvar juega tan bien con los extremos y sale tan victorioso como Ozon. En Cannes se habló de film menor, pero Joven y bonita es la consagración de un autor y de una peculiar forma de acercarse a los entresijos femeninos tanto a nivel plástico como emocional. Una gran película.

@Xavicinoscar, Cinoscar & Rarities
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86 de 100 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Cuando ruge la marabunta… y quedan preguntas sin respuesta
La sexualidad recién descubierta de una adolescente de 17 años supone la búsqueda de la dificultad, de lo encantador, de la seducción, del dinero, del peligro, de lo dislocado, de lo arbitrario, de lo oculto, del fingimiento, de lo temerario, de lo insostenible, de lo ultrajante y de lo prohibido... No se trata de una indagación sobre las causas o el origen del comportamiento caprichoso e indescifrable de esta adinerada niña burguesa, sino el retrato de un comportamiento veleidoso y burlón, lleno de puntos inciertos y opacos, siendo ella como es una presencia deslumbrante y magnética abocada a ser el centro de todas las miradas.

Parece que últimamente – tras décadas de mirar obsesivamente al macho – la sexualidad femenina atrae más a los cineastas, ya sea desde la vorágine de lo desaforado (ver el díptico Nymphomaniac), el remordimiento (ver Philomena), lo retorcido (La Venus de las pieles) o la madurez menopaúsica (Sobran las palabras). Aquí la mirada recae sobre una adolescente aburguesada, para quien el dinero no es tema de conversación, salvo para hablar de donaciones o veraneos. Entonces, ¿qué es lo que mueve a la protagonista? Esta pregunta se la hace el espectador en todo momento, pero el director y guionista la soslaya a cada paso, dándole esquinazo, dejándola languidecer en la trastienda de las dudas inquietantes.

No estamos ante un tratado sociológico, ni siquiera ente un retrato psicológico, sino sólo ante el arbitrario comportamiento de un ser fascinante que busca la mirada ajena a través de la sexualidad, el deseo, el cuerpo, lo esquivo, la negación y la incertidumbre. Ni ella misma sabe el porqué, quizás ni se lo plantea, tal vez ni necesite ni quiera saberlo. Pero al espectador le ha dado ocasión de asistir al coqueteo desbocado, a la voluptuosidad de la carne prieta, a la caricia tóxica del deseo juvenil, al pubescente desorden del exceso lúbrico, lujurioso y lascivo. Y queda enganchado, hechizado, por completo embaucado y conquistado.

Es una película sobre la mirada – no en vano la cinta comienza con el impúdico examen del voluptuoso cuerpo del deseo a través de unos prismáticos – sobre la necesidad de conquistar desde la lejanía, resaltando el capricho y la imaginación sobre la consumación o el contacto. Es una cinta sobre el juego de la mirada, de la observación, del espionaje y recreo de la libidinosidad… Resumiendo: es el triunfo de la fascinación. Quizás no sea perfecta, haya titubeos y baches, zonas pedregosas y superficiales, pero funciona, seduce y embelesa. En definitiva: fascinante.
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53 de 61 usuarios han encontrado esta crítica útil
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