Familia tortuga (2006)

Jueves 6 de noviembre, 5:45 pm. Cinemex Plaza Insurgentes. A lo largo de la historia del cine en México, los directores han tenido la preocupación de retratar a la familia como núcleo de cualquier sociedad, reflejando realidades de cada momento, y la evolución que ésta ha tenido dentro y fuera del 7° arte.

El toque rosa y melodramático que predominaba en los años 60’s, con películas como “Cuando los hijos se van” o “Corona de lágrimas”, da un salto, y los directores arriesgan con las mismas temáticas pero desde una perspectiva más autentica y se olvida la sutileza de los filmes antes mencionados y dejan a un lado los roles establecidos; es así como pobreza, analfabetismo, rebeldía, delincuencia juvenil, infidelidad, alcoholismo, violencia intrafamiliar, machismo, la doble moral, el fanatismo religioso, los tabúes sexuales o la desinformación, afectan a los integrantes del grupo.

Para el punto anterior cabe mencionar la tan afortunada y caótica “Principio y Fin” de Arturo Ripstein, que a principios de la década de los noventa irrumpe con una trama adaptada de una novela del egipcio Naguib Mahfouz en la que los personajes integrantes de una familia, encuentran salidas falsas a su terrible situación y en la que entierra por completo estados de abnegación, sumisión o resignación.

Con muchos años de distancia se vuelve a tocar de forma integra a la familia, esta vez a cargo de Rubén Ímaz Castro, quien decide hacer un retrato de cuatro integrantes que afrontan la desintegración de su círculo con la evasión; quienes se esconden en su caparazón ante el terrible panorama del exterior, asediado por la apatía, síntoma reflejado en su ánimo y entorno, y detonada por una gran pérdida.

Familia Tortuga esta integrada por: el padre, ex sindicalista y desempleado agobiado ante la difícil situación económica y en la búsqueda de soluciones, debilitado como figura de máxima de autoridad dentro de su hogar; hijos en plena identificación, definiendo su perfil, enfrentando las primeras decisiones y derrotas propiciadas por la propia convicción o por el hastío de su escenario; y un familiar que funge en las labores domésticas, a quien la mayoría de las ocasiones prefieren ignorar y lo mantienen al margen de los acuerdos. Cada personaje guarda su importancia y son captados equitativamente, guardando un clímax cotidianamente relevante, para una conclusión complaciente con la vida misma.

Sin esperar mucho de este filme, gracias a la serie de películas nacionales irrelevantes y mediocres estrenada en estos últimos meses, Familia Tortuga concede mayor calidad y encuentra comentarios favorables por parte del público asiduo a ver cine mexicano.

Bastante aceptable, lo malo radica en la lenta dinámica (como una tortuga).