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Crumb (1994)

Crumb
119 min.
7,7
1.804
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Documental completo (subtitulado en ESPAÑOL)
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Sinopsis
Documental sobre la vida del dibujante de cómics underground por excelencia, Robert Crumb, autor entre otros de personajes como Fritz el Gato. Una persona excéntrica, a partes iguales entrañable y enfermiza, cuyo arte ha estado en boca de todos desde hace más de 30 años. (FILMAFFINITY)
Género
Documental Cómic Biográfico
Dirección
Reparto
Documental
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Crumb
Duración
119 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
1995: Sundance: Premio del jurado y mejor fotografía
1995: Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor documental
1995: Asociación de Críticos de Los Angeles: Mejor documental
1995: Critics' Choice Awards: Mejor documental
1995: Sindicato de Directores (DGA): Mejor director / Documental
8
GENIO A LA FUERZA
1) De no haberse enrocado en su talento, Robert Crumb, pope de la Contracultura, habría sucumbido como sus hermanos ante los demonios familiares.

Sentado en un banco hace ávidos apuntes de tipos que pasan, como un antropólogo. Se deprime si no dibuja. Empezó de niño a llenar cuadernos con sus personajes, y hasta hoy. Es de los que dibujan en el ticket del bus y en el mantel. Cuando comprendió que su lugar en el mundo eran los tebeos, se libró al fin de la presión de ser “normal”. En la familia de su mujer lo tomaron por retrasado porque no decía palabra, refugiado en su cuaderno, casi catatónico.

Llenar bloc tras bloc, un escudo contra las ofensas de la vida.

En plena eclosión psicodélica creó entero “Zap comix”, el fanzine más influyente. En sus páginas crecieron el gato Fritz, Mr. Natural o Whiteman, a cual más corrosivo (el vocablo ‘comix’ nació para distinguir entre los cómics clásicos y estas revistas experimentales que proliferaban por el país, en circuito aparte).
Intentó hacerse hippie por el amor libre, ironiza, pero no logró adaptarse al rollo. Un carácter muy peculiar: en sus historietas ha recreado su precocidad sexual, la fijación con Bugs Bunny a los 4 años, con las botas de su tía, o con la televisiva Sheena más adelante. Potenciada su creatividad por el LSD, recicló a fondo la estética de los ‘cartoons’ de los 40s.

Su trabajo actual, muy valorado en los círculos artísticos, figura en las antologías junto al de creadores jóvenes.


2) Con su hermano Charles creó de niño tebeos que vendían en el colegio. En el presente del film, Charles vive con la madre, sin salir de casa, releyendo los mismos libros, medicado, incapaz de relacionarse [un año después se suicidó]. El otro hermano, Maxon, obsesionado en California con la meditación, pinta pequeños cuadros. Tiene ficha por incidentes sexuales.
La madre era adicta a las anfetaminas; el padre, colérico veterano de guerra, se sacaba a menudo el cinturón.

Gracias a la amistad entre Zygoff y Crumb, basada en la común pasión por el blues de los discos de 78 rpm, la película entra sin preámbulo en el patio familiar, que es también el oscuro revés de la sonriente fachada de USA en los 50s.

Junto al lado sociológico (el espectador español evocará “El desencanto”) hay otro psicológico. Muestra cómo alguien amenazado por el desequilibrio se salva al aferrarse a un lenguaje y elaborar sin reservas conflictos íntimos que, de otro modo, le habrían aniquilado.

3) En la calle Crumb ve hoy agresión, ira, música ruidosa, hombres-anuncio en un paisaje industrial repleto de hormigón, postes y cables.

Al término de la película prepara el traslado al sur de Francia, donde alejarse de la fama.

4) La forma del film es sólo funcional. La cámara se mueve lo suyo, llegando a caerse del hombro: se conservan las imágenes giratorias, camino del suelo.
Tras años de acumular material, Zygoff pudo terminar “Crumb” al entrar Lynch en la producción y dar el empujón que faltaba.
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50 de 60 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Genio y figura
Los genios suelen ser controvertidos, discutidos, ignorados e incluso criticados. ¿Quién es Robert Crumb? Muchas veces al autor se le ve por su alargada sombra, por esa difuminada silueta que oscurece todo. Crumb ya no está allí sino en Francia. Su última postal será esta despedida. La que mande a Terry Zwigoff.

Recordar quién es una persona que apenas se conoce es complicado aunque ahí está la labor del documental como ‘documento’. ¿Quién es Robert Crumb? La enfermedad mental de su familia y toda una vida que hace pensar si a veces el depresivo entorno crea terribles monstruos, aunque los genios suelen nacer así.

Más allá de ‘Fritz the Cat’ y de la escena underground Crumb es uno de los referentes artísticos en papel del siglo XX. Su aspecto podría recordar a uno de sus personajes, como si hubiese sido tele-transportado desde otra época, desde otro mundo o galaxia.
Con él conocimos posiblemente lo que es la contracultua y el otro lado de lo políticamente incorrecto. Un acto inteligente de subversión contra lo establecido aunque eso conlleva que la crítica se erija como elemento distorsionador: imagínense a Paul Rubens demandado por una asociación de mujeres obesas o a Miguel Ángel insultado y amenazado de muerte por católicos radicales por blasfemo con La creación de Adán.

Más allá del comiX o del homenaje ‘sopla-pollero’ Zwigoff pretende buscar las raíces y las inquietudes de un artista, como pocos, y grande, como muchos más, conocidos. Posiblemente esa visión del artista en su vida: amigos, novias y familia puede hacernos comprender los entresijos del interior de la mente de una persona que podría estar loca, aunque quizás lo esté. Fetiches y manías aparte, cuenta cosas aterradoras que podrían pasar en un filme de John Waters o Todd Solondz, con obsesiones y disfunciones que aquí son un documento del pasado, presente y futuro.
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15 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
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