Anuncio Spot (ESPAÑOL)
Ver 3 más- Sinopsis
- Al poco tiempo de perder a su esposa Rebeca, el aristócrata inglés Maxim De Winter conoce en Montecarlo a una joven humilde, dama de compañía de una señora americana. De Winter y la joven se casan y se van a vivir a Inglaterra, a la mansión de Manderley, residencia habitual de Maxim. La nueva señora De Winter se da cuenta muy pronto de que todo allí está impregnado del recuerdo de Rebeca. (FILMAFFINITY)
- Género
- Drama Intriga Película de culto
- Dirección
- Reparto
- Año / País:
- 1940 / Estados Unidos
- Título original:
- Rebecca
- Duración
- 130 min.
- Guion
- Música
Categorías 1
Premios
VOLVER A MANDERLEY
29 de enero de 2007
Todos los amantes del mago Hitchcock tenemos una cita periódica en Manderley.
Una cita para revisitar el único film del maestro al que le fue concedido un oscar a lo largo de toda su carrera.
Una cita para dejarse envolver por los múltiples misterios ocultos entre los muros de la mansión de Manderley, siempre atentos a no profanar el ala este de la mansión, el templo donde mora la memoria de Rebecca, vigilada celosamente por su férrea sacerdotisa, la Sra. Dambers.
Una cita para acompañar en su terrible odisea a la única heroína (que yo conozca) del cine y de la literatura carente de nombre propio, para aumentar, si cabe aún más, el sentimiento de despersonalización, empequeñecimiento y anulación a que es sometida, magnificado porque el nombre que da título a la obra, Rebecca, cuya arrebatadora personalidad está presente en todos los rincones de la mansión, es el nombre de una mujer muerta.
Una cita para revivir la tortura interior de Maximillian de Winter, el poseedor de un angustioso secreto, quien, bajo una óptica contemporánea, tomaría el papel de inconsciente torturador, por sus brotes de ira y por el abandono a que somete a su joven esposa.
Una cita para aterrorizarnos con la perversión de la patología lésbico-necrófila de la Sra. Dambers, magistralmente interpretada por la actriz Judith Anderson, en un papel que la encasillaría durante toda su carrera.
Una cita para admirar otra magistral interpretación de George Sanders en el papel del cínico, chantajista y amoral Jack Favel, el primo de Rebecca.
En definitiva, una cita para revisitar una de las obras maestras de Hitchcock, una mezcla de historia de intriga, cuento gótico de fantasmas y melodrama romántico, que, como todas las obras maestras, aumenta su capacidad de fascinación con el paso del tiempo
La inminencia de esa cita siempre causa un renovado placer al cinéfilo, porque para todo cinéfilo, siempre es un placer... volver a Manderley.
Una cita para revisitar el único film del maestro al que le fue concedido un oscar a lo largo de toda su carrera.
Una cita para dejarse envolver por los múltiples misterios ocultos entre los muros de la mansión de Manderley, siempre atentos a no profanar el ala este de la mansión, el templo donde mora la memoria de Rebecca, vigilada celosamente por su férrea sacerdotisa, la Sra. Dambers.
Una cita para acompañar en su terrible odisea a la única heroína (que yo conozca) del cine y de la literatura carente de nombre propio, para aumentar, si cabe aún más, el sentimiento de despersonalización, empequeñecimiento y anulación a que es sometida, magnificado porque el nombre que da título a la obra, Rebecca, cuya arrebatadora personalidad está presente en todos los rincones de la mansión, es el nombre de una mujer muerta.
Una cita para revivir la tortura interior de Maximillian de Winter, el poseedor de un angustioso secreto, quien, bajo una óptica contemporánea, tomaría el papel de inconsciente torturador, por sus brotes de ira y por el abandono a que somete a su joven esposa.
Una cita para aterrorizarnos con la perversión de la patología lésbico-necrófila de la Sra. Dambers, magistralmente interpretada por la actriz Judith Anderson, en un papel que la encasillaría durante toda su carrera.
Una cita para admirar otra magistral interpretación de George Sanders en el papel del cínico, chantajista y amoral Jack Favel, el primo de Rebecca.
En definitiva, una cita para revisitar una de las obras maestras de Hitchcock, una mezcla de historia de intriga, cuento gótico de fantasmas y melodrama romántico, que, como todas las obras maestras, aumenta su capacidad de fascinación con el paso del tiempo
La inminencia de esa cita siempre causa un renovado placer al cinéfilo, porque para todo cinéfilo, siempre es un placer... volver a Manderley.
[Leer más +]
274 de 299 usuarios han encontrado esta crítica útil
La joven sin nombre
17 de noviembre de 2007
Primer film americano de Hitchcock. Escrito por Robert E. Sherwood y Jean Harrison, adapta la novela gótica "Rebecca" (1938), de Daphne du Maurier. Se rueda en exteriores de Big Sur, Palos Verdes y Point Lobos State Reserve (CA) y en los platós de Selznick International Studios (Culver City, CA). Nominado a 11 Oscar, gana 2 (película y fotografía). Producido por David O. Selznick, se estrena en "première" el 24-III-1940 (LA).
La acción tiene lugar en Montecarlo y en la mansión de Manderlay, situada en la costa de Inglaterra (RU). Maxim De Winter (Laurence Olivier), inglés adinerado, viudo desde hace poco, conoce en Montecarlo a la joven dama de compañía (Joan Fontaine) de la Sra. Judith von Hopper (Florence Bates). Él, oscuro y complejo, tiene frecuentes altibajos de ánimo. Ella es tierna, impresionable, inocente, tenaz y romántica.
El film es un thriller psicológico con componentes de drama, romance, misterio e intriga policíaca. El relato, muy bien narrado, constituye un prodigio de misterio, tensión e intensidad. Contado en "flashback", un personaje ausente es el motor de la acción. Los carácteres se presentan bien construidos y con profundidad, incluso el de secundarios (ama de llaves y Jack Faver). Los diálogos y las imágenes hacen presente en la historia un extraño personaje que no aparece nunca, pero mantiene en vilo la atención de actores y público. Se palpa la presencia insidiosa e inquietante del mal, el asedio que levanta en torno a la inocencia y la mella que hace en ella. Hitchcock maneja con habilidad los recursos visuales, verbales y argumentales que generan inquietud y tensión. Cabe destacar el uso que hace de un pasado amenazador, de las sospechas que levanta y de su manifestación a través de actores implicados en la acción. Es el primer y único film de Hitchcock que recibe el Oscar a la mejor película y es el primero de cuatro nominados al Oscar a la mejor dirección. En España, donde tiene gran éxito, determina que el tipo de jersey que viste la protagonista reciba el nombre de rebeca, acepción aceptada por la Real Academia e incorporada al Diccionario. El presupuesto permite al realizador construir un escenario amplio y temible, que inspira la mansión de "Xanadú", de "Ciudadano Kane" (1941). Son escenas visualmente destacadas la del baile de disfraces, la del acantilado, la de los coches a la carrera y otras. Son soberbias las actuaciones de Fontaine, Olivier, Sanders y Judith Anderson.
La música, de Fanz Waxman ("Sunset Boulevard", 1950), se apoya en una partitura de 21 cortes, que contribuye a la creación de la potente atmósfera del film. Destacan los temas "Main Tittle", "Opening Scene", "Sra. Danvers", "Manderley Ball" y "Epílogo". La fotografía, de George Barnes ("Juan Nadie", 1940), se apoya en un notable trabajo de cámara, que refuerza con sombras, proyecciones de sombras, espacios desolados, imágenes del mar embravecido, etc. Son soberbias las actuaciones de Fontaine, Olivier, Sanders y Judith Anderson.
La acción tiene lugar en Montecarlo y en la mansión de Manderlay, situada en la costa de Inglaterra (RU). Maxim De Winter (Laurence Olivier), inglés adinerado, viudo desde hace poco, conoce en Montecarlo a la joven dama de compañía (Joan Fontaine) de la Sra. Judith von Hopper (Florence Bates). Él, oscuro y complejo, tiene frecuentes altibajos de ánimo. Ella es tierna, impresionable, inocente, tenaz y romántica.
El film es un thriller psicológico con componentes de drama, romance, misterio e intriga policíaca. El relato, muy bien narrado, constituye un prodigio de misterio, tensión e intensidad. Contado en "flashback", un personaje ausente es el motor de la acción. Los carácteres se presentan bien construidos y con profundidad, incluso el de secundarios (ama de llaves y Jack Faver). Los diálogos y las imágenes hacen presente en la historia un extraño personaje que no aparece nunca, pero mantiene en vilo la atención de actores y público. Se palpa la presencia insidiosa e inquietante del mal, el asedio que levanta en torno a la inocencia y la mella que hace en ella. Hitchcock maneja con habilidad los recursos visuales, verbales y argumentales que generan inquietud y tensión. Cabe destacar el uso que hace de un pasado amenazador, de las sospechas que levanta y de su manifestación a través de actores implicados en la acción. Es el primer y único film de Hitchcock que recibe el Oscar a la mejor película y es el primero de cuatro nominados al Oscar a la mejor dirección. En España, donde tiene gran éxito, determina que el tipo de jersey que viste la protagonista reciba el nombre de rebeca, acepción aceptada por la Real Academia e incorporada al Diccionario. El presupuesto permite al realizador construir un escenario amplio y temible, que inspira la mansión de "Xanadú", de "Ciudadano Kane" (1941). Son escenas visualmente destacadas la del baile de disfraces, la del acantilado, la de los coches a la carrera y otras. Son soberbias las actuaciones de Fontaine, Olivier, Sanders y Judith Anderson.
La música, de Fanz Waxman ("Sunset Boulevard", 1950), se apoya en una partitura de 21 cortes, que contribuye a la creación de la potente atmósfera del film. Destacan los temas "Main Tittle", "Opening Scene", "Sra. Danvers", "Manderley Ball" y "Epílogo". La fotografía, de George Barnes ("Juan Nadie", 1940), se apoya en un notable trabajo de cámara, que refuerza con sombras, proyecciones de sombras, espacios desolados, imágenes del mar embravecido, etc. Son soberbias las actuaciones de Fontaine, Olivier, Sanders y Judith Anderson.
[Leer más +]
98 de 108 usuarios han encontrado esta crítica útil
Relaciones 1
Más información sobre Rebeca
Fichas más visitadas