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Las aventuras de Huckleberry Finn (1993)

Las aventuras de Huckleberry Finn
108 min.
5,3
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Sinopsis
Huckleberry Finn, un niño decidido y aventurero, escapa de su alcohólico y egoísta padre a bordo de una balsa de troncos. En su viaje a lo largo del Mississippi, lo acompaña Jim, un esclavo negro que ha escapado al enterarse de que pensaban venderlo. Juntos afrontan todo tipo de dificultades y así nace entre ellos una gran amistad. (FILMAFFINITY)
Género
Aventuras Vida rural (Norteamérica) Racismo Esclavitud Infancia
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
The Adventures of Huck Finn
Duración
108 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Grupos
Adaptaciones de Mark Twain Huckleberry Finn
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8
Llena de magia. Entretenimiento genial.
Una película que me evoca inolvidables y maravillosos recuerdos de infancia. Tanto me gustaba (la vi por lo menos veinte veces) que me animó a leer un libro por primera vez, el cual –‘Huckleberry Finn’– fue así mismo un gustazo. Por no mencionar el haber descubierto al genial autor norteamericano Mark Twain, que me “picó” a leer también su Tom Sawyer y otra novela corta protagonizada por el muchacho, ‘Tom Swayer detective’.

Me acuerdo de mí a mis 11 o 12 años comparando las versiones cinematográficas con la literaria, observando qué capítulos se solían obviar en el cine y cuáles acentuar. Las otras tres versiones más famosas que produjo Hollywood (aunque hay un montón, incluyendo serie anime japonesa que, cómo no, también vi de muy pequeño) fueron la de blanco y negro de 1939, con Mickey Rooney en el rol principal, una película con escaso ritmo, poca ambición y no muy fiel al texto, muy lejos de tratarse de un verdadero clásico; la de color de 1960, con Tony Randall ejerciendo de uno de los dos estafadores con que Huck y Jim tienen el desatino de cruzarse, algo más dinámica, entretenida y fiel a Twain, aunque demasiado ligera para mi gusto; y la de 1974, la que menos han puesto por la tele, si bien una producción a tener en cuenta y con algún punto divertido, pero con una dirección y un montaje mediocres, aparte de un Huck ya demasiado crecidito para el papel (casi 18 años), al que luego vimos haciendo del joven Clark Kent en 1978. Además, como musical (¡y mira que las canciones son de los míticos hermanos Sherman!) no valía mucho.

En cuanto a su gran amigo Tom, solamente puedo contar dos traslaciones a la gran pantalla dignas de mención, ambas bastante meritorias. La de 1938 es mi favorita, con el gran Walter Brennan haciendo del bonachón (y borrachín) Muff; la de 1973 es también un musical reseñable con el niño este de los rizos pelirrojos, y otra leyenda como es Warren Oates en el plantel.

Pero de todos esos interesantes largometrajes, me quedo sin duda alguna con esta obra del que luego se convirtiera en un criminal hacedor de basura procesada al por mayor, que se ve que en esta época todavía se proponía hacer trabajos finos, elegantes, sentimentales, intimistas, amenos y para toda la familia. Y por cierto, muy muy fiel al libro.

La verdad es que este film consigue en poco menos de dos horas condensar una novela bastante larga y cargadita de aventuras. Evidentemente hay algunas que se saltan, pero vienen las imprescindibles, y hasta observé algunos cambios-modificaciones que me parecieron muy pertinentes.

Para los que estéis familiarizados con las aventuras de nuestro héroe sureño, estos son los “capítulos” que se relatan en la película:
- La huída de la cabaña de su cruel padre (agradecidísimo papel secundario de Ron Pearlman).
- Su reencuentro con el esclavo Jim (buena interpretación de Courtney Vance) en la isla de Jackson.
- Su tropiezo con la casa hundida en el río y los bandidos que allí litigaban.
- Su estancia en la casa de los Grangerford, y la trágica batalla contra los Jefferson.
- Su casual encuentro con los sinvergüenzas Rey y Duque, dos personajes de lo más peculiar que se embarcan junto a Jim y Huck en una estafa a gran escala haciéndose pasar por los hermanos del millonario Wilks. Este episodio –el más importante, pues dura toda la segunda mitad de la película– goza de tres grandiosos intérpretes como son Robbie Coltrane (Hagrid en HARRY POTTER) como el Duque; Anne Heche como una de las ricas herederas; y por supuesto, el gran Jason Robards como el Rey. Lujazo.
El final, por cierto y sin espoilear más de lo aconsejable, es muy operístico y emocionante. En fin, que Stephen Sommers sacó de aquí más de lo que le pedían, y por eso yo le perdono todos los pecados que cometió después.

Elijah Wood realiza la actuación de su vida (¡con 12 añitos!) y, lo siento si sueno gay, hecho todo un primor (lo digo porque algún que otro Huck/Tom del cine resultó repelente). De todas formas, en general la dirección de actores es extraordinaria... Tanto como la producción, la música, el guion... ¡incluso el doblaje español! A cargo del mismo equipo que dobló a nuestro Goku de jovencito.

Pues eso, que no sé a qué esperas para buscar esta delicia y verla con tus sobrinos, tus hijos, tus alumnos... o tú solo, por qué no.
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6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Huck.
Lo confieso, me leí Tom Sawyer y Huckleberry Finn después de ver esta película y no antes. Tal vez sea por eso que le tengo tanto cariño a esta cinta y no la juzgo por lo buena o mala adaptación que sea. Esta es, de hecho, una de esas pelis que he visto ya tantas veces que casi me sé hasta los diálogos. Siempre me gustó ese inicio con la voz en off de Huck, ese viaje con Jim a lo largo del Mississippi en busca de la libertad, esas aventuras que juntos van pasando y, cómo no, ese mensaje que lo envuelve todo. El libro está a años luz de esta versión de Disney, eso está claro, pero esta cinta tiene encanto, es entretenida, es divertida y sí, creo que consigue realizar de manera sencilla y sin grandes pretensiones, una aceptable adaptación de la novela.

Recomendable película y recomendable aún más la novela, por supuesto, una de las mejores de nuestra historia.
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