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Castle Rock (Serie de TV) (2018)

Castle Rock (Serie de TV)
60 min.
6,0
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Sinopsis
Serie de TV (2018-2019). 2 temporadas. 20 episodios. Serie de terror psicológico ambientada en el universo de Stephen King. "Castle Rock" combina la mitología y la narración de algunos de los personajes más célebres de las novelas de Stephen King tejiendo una saga épica de oscuridad y luz, que transcurre en un área de unos cuantos kilómetros cuadrados en Maine. Castle Rock es el pequeño pueblo donde transcurren varias novelas de King como "Cujo", "La Mitad Oscura", "La Tienda" e incluso hay referencias a ella en "The Body" o "Cadena Perpetua". Cada una de las temporadas tendrá personajes e historias diferentes, pero estarán relacionadas entre ellas de algún modo. La primera temporada consta de diez episodios. (FILMAFFINITY)
Género
Serie de TV Fantástico Intriga Terror Serie de antología
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Castle Rock
Duración
60 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Grupos
Adaptaciones de Stephen King
Links
Premios
2018: Satellite Awards: Nominada Mejor Serie-Telefilme de género
2018: Sindicato de Guionistas (WGA): Mejor guión original (formato largo)
4
El perejil de todas las salsas
El ficticio pueblo de Castle Rock, en el estado de Maine, tiene la tasa de mortalidad del norte de Siria. Sin embargo, ello no reviste gravedad suficiente como para que el FBI o, después, cuando la cosa se pone cruda de verdad, la Guardia Nacional se pasen siquiera a preguntar. Asimismo, llega un punto en que todo se antoja tan incomprensible y aleatorio que ha de recurrirse al subterfugio de los universos paralelos, otrora sugerente hipótesis y hoy perejil de todas las salsas, como en su día la reducción de Pedro Ximénez o la cebolla caramelizada.
El del multiverso pródigo en cadáveres es un burladero para guionistas con poca imaginación —haberte dedicado a otra cosa, haberte hecho funcionario— y relacionado, me temo, con mi convicción de que Stephen King brilla en las distancias cortas y no tanto en el gran fondo. En efecto, sin tratarse de una historia de su puño y letra, esta “Castle Rock” está ambientada en escenarios y atravesada de motivos típicos del prolífico novelista, compartiendo sus mismas virtudes y defectos, entre los que se cuentan sus dificultades para resolver las historias que se alargan más de la cuenta. Por eso la serie marcha de maravilla, induciendo la malsana inquietud que era de prever, hasta su ecuador. A partir de entonces y a la vista del callejón sin salida en el que se ha ido adentrando su argumento, se opta por una acumulación de fiambres y explicaciones al buen tuntún culminada en dos últimos episodios para los que el epíteto “delirantes” resulta en exceso benévolo. John Carpenter, en hora y media y con la décima parte de presupuesto, hubiera hecho algo bastante más interesante. Si no queremos hilar tan fino, una miniserie de tres capítulos y aquí paz y después gloria. Pero no contentos con las cotas de sinsentido alcanzadas, sus perpetradores han renovado por una segunda temporada, confirmación de que la de las series es otra burbuja que tarde o temprano habrá de explotar.
Bill Skarsgård, pese a haberse limpiado a conciencia el maquillaje del pérfido payaso Pennywise, tiene un aire tal de psicópata adolescente que nada le cuesta componer esa especie de anticristo taciturno al que todos, con muy buen criterio, quieren meter entre rejas. Melanie Lynskey entrega una solvente promotora inmobiliaria hasta las cejas de tranquilizantes. La veterana Sissy Spacek también parece más colocada que una mula de Tijuana, cuando lo que pretendía recrear era una enferma de alzheimer. Tampoco ofrece grandes prestaciones el protagonista, un André Holland con perpetuo rictus de querer estar en cualquier otra parte o de que algo en el set huele a chucrut. En cuanto a Scott Glenn, me ha hecho mucha gracia que la vejez haya convertido a su personaje, un educadísimo y pulquérrimo sheriff de los que rescatan gatitos atrapados en las copas de los árboles, en un “redneck” de Kentucky al que sólo le falta mascar tabaco y escupirlo de canto. El porqué de tamaña mutación sí daría para una temporada más, un “spin-off” incluso, y no la retahíla de disparates con que probablemente se engordará la que está por llegar.
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29 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Bonito Intento
"Castle Rock" es una serie llena de intriga, drama, miedo, incluso algunos buenos momentos de terror psicológico (episodio 7), algunos personajes bien desarrollados, y una dirección impoluta marca de la casa Bad Robot, sin embargo, carece de una de las cualidades más importantes para contar una historia: un guión competente.

Se compara mucho a esta serie con "Perdidos", pero eso se debe más a la estética, música y la dirección que a calidad narrativa. "Perdidos", por muy polémico que fuese el final, tenía una manera única de desarrollar el suspense, cada capítulo narrado desde el punto de vista de un personaje distinto, un grupo que se adentra en la isla para explorar lo desconocido, y unos sorprendentes finales de capítulo que te mantenían en vilo hasta el siguiente. En "Castle Rock" no hay isla, no hay nada original en la narración de los capítulos, solo hay dos personajes memorables y no tienen tantos minutos de pantalla como deberían; como mucho podría decirse que es una versión pobre de "Perdidos".

Una historia de suspense se plantea al espectador como hacer un puzle, cuyas piezas están tapadas, a lo largo de la trama se van destapando las piezas y el espectador puede ir colocándolas en un orden lógico, para crease una imagen global de la historia, que termina por resolver el misterio. En "Castle Rock" parece que han tirado cuatro cajas de puzles al suelo, las han mezclado entre sí, recogido un puñado tan grande como el presupuesto de la serie les permitiese, y listo, ya tienes serie de intriga-terror-fantástica, protagonizada por Bill Skarsgárd, o mejor dicho, por los ojos de Bill Skarsgárd, que posiblemente tengan más minutos de pantalla que cualquier otro personaje de la serie, son intimidantes e inexpresivos a la vez, una buena metáfora de la serie.

Es cierto que a medida que avanza la trama, la serie va mejorando (episodio 7), pero es como quedarte atrapado bajo la nieve, empezar a escavar para intentar llegar a la superficie porque te estás quedando sin aire, y al final darte cuenta que has estado escavando hacia el suelo, y ya es muy tarde para dar marcha atrás... La serie está muy bien dirigida, salvo algún abuso de efectos de sonido en las escenas de suspense, ¿qué ha sido del buen silencio detrás de un momento de intriga? Aunque seguramente lo mejor que tiene esta serie es que está planteada de tal forma que dónde debería haber escenas de explicaciones concretas al espectador de lo que está pasando, hay explicaciones abstractas que dejan más a la interpretación subjetiva de cada espectador. Esto no está mal, en teoría, llevado a la práctica es un monstruo de Frankstein hecho con jirones de novelas de Stephen King, que pone más el foco en la estética y en los ojos de Bill Skarsgárd, que en escribir un guión coherente que deje satisfecho al espectador en cada capítulo. Lo siento por JJ Abraham, su contribución a la causa es residual comparado con sus anteriores proyectos, y para bien o para mal, por ser quien es, siempre otra serie de JJ Abraham.

En la zona de spoilers comentaré mi interpretación sobre la serie y el final, hasta aquí, concluir que "Castle Rock" es una serie entretenida para debatir teorías, con buena ambientación y buenos actores, pero con un guión flojo que se desinfla cuando no debe. Queda la sensación de buen intento, incluso se podría decir que bonito, en gran parte gracias, por supuesto, a los ojos de Bill Skarsgárd; hay series peores que "Castle Rock", pero hay muchas más que son mejores.
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14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
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