The Bill Murray Stories: Life Lessons Learned from a Mythical Man (2018)

Curioso documental casi indie - un tipo interesado por las apariciones dignas de Bigfoot del actor protagonista de clásicos de la comedia como GHOSTBUSTERS se dedica a investigar lo que hay de verdad tras las mismas. Lo que descubre es una faceta desconocida de dicho actor, que trata de aportar magia a la vida de desconocidos, de dar una lección sobre ser más espontáneo y de pasarlo bien por el camino. Además, revela una faceta espiritual inédita en Murray, que puede verse si se busca con cuidado en varios de sus largometrajes más celebrados.

Un homenaje a un tipo especial que gusta a más de uno por múltiples razones. Un documental que te saca una sonrisa y te alegra la tarde. Adorable.

Tanto si es un admirador de Bill Murray como si no lo traga, lo que voy a contar no le pillará por sorpresa o no le interesará, respectivamente. En tal caso, dedíquese a otra cosa. Lea otra crítica, pierda el tiempo con algo menos improductivo, o dese un alivio en solitario (o, mejor, que otro se lo dé en compañía). Pero si conoce a Bill Murray, le resulta curioso, pero tampoco es un fanático de su persona, lo mismo esto le puede interesar. No prometo nada.

Resulta que, desde hace casi veinte años, Bill Murray ha forjado una leyenda urbana alrededor de su persona. En esencia consiste en aparecer en los lugares más inesperados, junto a desconocidos, y participar durante unos minutos de lo que hagan. Otras veces se dedica a gastar bromas inocentes a personas anónimas, acompañando el momento de una frase concreta y luego desapareciendo: "Nadie te creerá nunca".

Todo esto ocurre mayor, pero no exclusivamente, en EE.UU., y, claro, es terreno abonado para Internet, a la que tan bien se le da conectar a personas que han tenido experiencias tan únicas como rarunas. Ora que te abduzca un extraterrestre, ora que Bill Murray te robe unas patatas fritas en un restaurante.

La cuestión es que este tipo de situaciones se han extendido como la pólvora a lo largo de los años y, aunque algunas carecen de material probatorio, otras sí que han ido acompañadas de imágenes y vídeos gracias, sobre todo, a la progresiva ubicuidad de los teléfonos móviles. Un fenómeno que ha evolucionado de increíble a demostrable, pero siempre sorprendente por excepcional.

Este documental gravita alrededor de esa faceta de Bill, la del famoso que, cuando le da la vena, se dedica a interactuar con desconocidos. Unas veces presentándose en una fiesta particular y fregando los platos, otras cantando en un karaoke con gente a la que no conoce, y otras trabajando durante unos minutos de barman. Porque sí, porque le da la gana. No obstante, no espere nada brillante durante los 70 minutos que dura este metraje, pues su creador se limita principalmente a recopilar testimonios y material audiovisual de tales encuentros. Pero sí que hace tres cosas.

Por un lado, compilar alabanzas a la persona de Murray. A ese hombre lo idolatran en EE.UU. y, cuando se manifiesta de forma inesperada, la gente lo adora. Su cercanía y su naturalidad contrastan con los aires importantes y selectos que se atribuyen el resto de los famosos. Y eso a la peña la pone a cien, hasta el punto de dejarles una huella durante años.

Por otro, aclara lo que parece ser el origen de estas prácticas, pues está asociado con un cortometraje que Murray protagonizó en el 2003, "Coffee and Cigarettes", en donde actuaba de camarero. Es a partir de ese momento cuando empieza a practicar este comportamiento errático.

Y, finalmente, incide en que la personalidad de Murray está muy conectada con sus tablas como improvisador; recurso al que ha acudido incontables veces desde los albores de su carrera. Improvisar, salir del paso sobre la marcha, tomar decisiones en caliente, parece estar muy enraizado en su ser. Algo que incluso condiciona su propia vida (véase spoiler 1).

A lo largo de los minutos, y entre entrevistas, tanto los entrevistados como el propio director concluyen que la filosofía de Bill es no tenerle miedo a nada, que nada importe, que nada preocupe. La vida son subidas y bajadas, y no hay forma de saber cómo un hecho conectará con otro, sea positivo o negativo. Todo muy zen. Del mismo modo, resalta que, en un mundo en el que todos estamos ensimismados con nuestros problemas, Bill parece disfrutar el presente con intensidad. Se le olvidó añadir que eso se puede hacer, en parte, cuando no tienes que preocuparte por el dinero, las deudas ni las responsabilidades familiares, claro.

En resumen, un documental curioso, que trata un tema que, si bien no es nuevo en Internet, al menos es poco común. No espere ninguna revelación vital, aunque sí hallará material audiovisual curioso.