Un mundo para mí (1959)

El argumento es sencillo y presenta sus credenciales con naturalidad.
Posee momentos de alta intensidad dramática muy bien resueltos gracias a un estilo narrativo que bajo la apariencia de espontaneidad es capaz de obtener excelentes resultados.
Algún rasgo de ingenuidad -más formal que conceptual- no resta valor a la película aunque este hecho tiende a situar al conjunto de la producción en una dimensión de menor relieve cinematográfico del que podía haber alcanzado.
Muy buena interpretación por parte de todo el elenco. Hay que mencionar de forma sobresaliente la participación de V. Parra y de A. Laurent.

Una de las primeras películas de De La Loma, todavía sin derivar sus cintas hacia el género de aventuras y acción, que tantos buenos dividendos le dio (y al cine español).
Aquí adapta junto con la ayuda de Luis Poveda y Francisco Pérez-Dolz un guión propio que une diálogos de Fréderic Dard y Laverne Owens. Demasiadas manos para un producto estimable en su fondo pero no tanto en su forma.





Y es que el resultado final es regular, sin convencer pese al esfuerzo mostrado. Pero es que más parece una cinta hecha con el objetivo de mostrar a la juventud los peligros de la vida disoluta y a la vez a los padres, para que dejen un poco de libertad a sus hijos para seguir el camino que estos desean.
Sucede que resulta alargada, siendo algo tediosa en ocasiones, con idas y vueltas de solamente tres personajes en realidad. Esto ocasiona un poco de cansancio temático, llevando a un final que uno/a no sabe cómo tomárselo (***: zona spoiler).
Se puede ver y hoy en día, en pleno siglo XXI resulta curiosa, pero sus intenciones están muy por encima de sus positivos resultados.
Eso si, preciosa Agnes Laurent.

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