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La gran pasión (Te he querido siempre) (1946)

La gran pasión (Te he querido siempre)
117 min.
7,2
221
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Sinopsis
Historia de amor entre un tiránico director de orquesta y una pianista, que es alumna suya. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Melodrama Música
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
I've Always Loved You
Duración
117 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
7
El melodrama según Frank Borzage
Me ha resultado extraño que esta película no tenga una sola crítica hasta el momento en esta web, en cambio, existen autenticas mediocridades con más de 500 comentarios, ni siquiera la sinopsis es demasiado descriptiva de su argumento. Por lo tanto, resulta muy desconocida para los aficionados al buen cine que podrían descubrir – editada en formato domestico – una historia apasionante que se debate entre el amor y el arte de la música, la rivalidad musical y emocional gracias a la pluma y el talento de Borden Chase, sí…, ese guionista que escribió excelentes westerns clásicos. Se trata pues, de un genuino melodrama clásico y fastuoso en el momento de máximo esplendor del género. Frank Borzage que se formó en el cine mudo, lideró una depurada técnica narrativa y visual con una maestría singular, su coherencia estilística y temática es modélica, buen ejemplo es este film elegante, romántico, culto y sugestivo, todo ello fruto de su experiencia como cineasta. Su creatividad en la fotogenia reside en la minuciosa exploración del rostro humano, además de la cuidada composición del encuadre y la acertada utilización de los decorados.

Muestra con buen pulso narrativo un triángulo amoroso que modula la rivalidad y disputa entre la profesión y el amor, entre la entrega a una representación artística que requiere la máxima dedicación y la vida compartida con una mujer. Todo ello encuentra en la expresión musical el mejor escenario posible para combinar drama y melo, además de gozar con una excelente utilización plástica del color. Leopold Goronoff es un concertista de piano, machista, arrogante e insolente, un excéntrico que vive en el lujo, y capaz de suspender un gira por Europa para quedarse unos días en la casa de los Hassman, una idílica granja donde ha encontrado a la joven Myra, muy dotada para el piano. Ella que es pretendida por un apuesto vecino que la ama en silencio, se convertirá en alumna de este empedernido solterón que practica el flirteo con las mujeres que olvida al día siguiente, y que considera al matrimonio un obstáculo para la progresión del artista.

Película imprescindible para los amantes de la música clásica, que sirve como “leit-motiv” dramático, cuenta con una banda sonora portentosa con un protagonismo absoluto, en la que podemos escuchar temas de Rachmaninoff (Concierto n.º 2), Beethoven (Sonata “Appassionata"), Bach (“Tocatta y Fuga”), Mozart (una Sonata y la obertura de “La fluta mágica”), y Chopin (Ballade n.º 1). Plagada de movimientos de cámara magistrales, “travellings” fastuosos y elipsis maestras, la película se disfruta plenamente como lección narrativa de un maestro pionero del cine a la altura de los grandes. No tiene actores populares ni estrellas deslumbrantes pero no le hace falta, porque así todo resulta más verosímil. Un amor tan pasional que, por momentos, se comunica a través del tiempo y el espacio de forma telepática.
Gracias por leer esta pasional (nunca mejor dicho) opinión.
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30 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
UN AMOR DE LOCURA LLEVADO CON DEMASIADA CORDURA
Esta fue posiblemente la última obra de peso de un director que no siempre ha sido tratado con justicia. Desarrolla un inflamado melodrama, ambientado en el mundo de los concertistas de piano (con un selecto repertorio de música clásica interpretada por Arthur Rubinstein), donde las convenciones de la historia quedan sublimadas por una atmósfera romántica que bordea el delirio.

Es la música como expresión del amor absoluto en esta buena película de Franz Borzage. Una de las obras más personales y al mismo tiempo menos conocidas. Por otro lado el amor imposible, que acerca la música de piano y aleja en la realidad. Un amor de locura llevado con mucha cordura. Excelentes interpretaciones tanto de Philip Dom y de Catherine McLeod. Un 7,5.
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