Romy y Michelle (1997)

Recuerdo que cuando Mira Sorvino promocionaba esta película decía que a su novio de entonces, Quentin Tarantino, le había gustado mucho. Cuesta un poco imaginarse a Tarantino disfrutando con esta película pero lo cierto es que aunque parezca la típica comedia sobre personajes en apariencia tontorrones (en la línea de otras posteriores como "Una rubia muy legal", "Nunca me han besado", "Una conejita en el campus") tiene más ironía de lo que aparenta (lo mismo que le pasa a "Grease") sin dejar de ser tierna.

Yo siento particular simpatía por el personaje de Janeane Garofalo, que casi me hace morir de risa en la escena del baile (esa cerveza...).

Comedia chiclosa, en la que las subnormalidades y aspavientos de estas dos barbies sin neuronas son los absolutas protagonistas.

Como si de alienígenas se tratase, estás chicas no viven con los pies en la tierra, sus personalidades congenian de maravilla, pero contrastan con el mundo real, y es que su forma de bailar, "pensar", o incluso insultar son totalmente peculiares y nos garantizan un buen ejercicio de mandíbula.

Junto a su album de fotos comenzamos recordando su "penoso" paso por el instituto (donde eran dos bichos raros), y comprobaremos que su desarrollo ha sido solo físico, por ello al ser convocadas a una fiesta de antiguos alumnos deben disfrazar sus vidas para causar IMPACTO.

Embutidas en sus esperpénticos trajes, Mira Sorvino y Lisa Kudrow (que no se aleja demasiado de su papel de Phoebe) interpretan perfectamente a estas petardas y logran no caer en el patetismo. La complicidad entre ellas es evidente y ofrecen un tándem en el que ninguna queda por encima de la otra.

Lo mejor: que viven en su mundo.
Lo peor: que todo el mundo la catalogue de réplica femenina de "Dos tontos muy tontos"