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Voto de miguel:
7
Terror. Thriller El viaje de una familia se convierte en una pesadilla terrorífica cuando se adentran en una zona desértica de acceso restringido, donde el Gobierno está haciendo experimentos con energía atómica. (FILMAFFINITY)
17 de julio de 2006
12 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me ha sorprendido muchísimo, además de dejarme en multitud de ocasiones con la boca abierta con la violencia extrema que despliega. Al revés que el patético y ultraconservador remake de La matanza de Texas, aquí asistimos a un espectáculo malsano de dolor y muerte, de auténtico sufrimiento, sea la victima un ser humano o un mutante asesino.

Es también una magnífica película acerca de la dificultad para convivir con aquello que es diferente y sobre la legitimidad que consigue aquel que ejerce la violencia. No creo que sea una coincidencia que detrás de las dos mejores películas de terror norteamericanas de estos dos años (esta y Vuelo Nocturno) se encuentre Wes Craven, en la película protagonizada por Rachel McAdams como director y aquí como productor (además de director de la versión anterior, que no he visto). Si en aquella se explicaba de forma sublime los miedos de la sociedad americana y su reacción ante ellos (además de una reflexión sobre la evolución de los psycho-killers memorable), aquí asistimos a un claro ejemplo de acción y reacción. La familia clásica americana, con todas sus contradicciones (unidad y religiosidad frente a la adicción a las armas y el consumo de drogas), se ve atacada por un factor externo, que ellos mismos, o más bien el sistema que ellos alimentan ha creado. Y el que ejerza de forma menos honorable la violencia, ganará. Alexandre Aja juega a la perfección con dos tiempos, los años 50 y la actualidad. Para los mutantes (y para Aja también), nada parece haber cambiado a su alrededor, el mundo sigue igual que antes, solo que más viejo y polvoriento. No anda muy lejos este film de The last picture show de Peter Bogdanovich, salvo que en esta ocasión aparece disfrazado de slasher de terror, o quizás eso la hace todavía más impactante.

Alexandre Aja sigue por buen camino, tras la impactante Alta Tensión, que con su ridículo final nos dejaba un sabor agridulce. Esta también es una película irregular, ya que empieza bastante dubitativa y a veces demasiado errática al mostrar suspense (sí, hay la típica escena de silueta pasando rápidamente por delante de la cámara), pero aún así se hace enteramente disfrutable por una media hora final memorable.
miguel
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