Las conclusiones a la que se pueden llegar en el final de esta película son únicamente dos (por supuesto deducidas, ya que ni se preocupan en explicarte la razón por la que has perdido 1 hora y media preciada):

- El marido de Martha no está muerto, y su hobbie es matar a todo el que cruza la puerta de la casa donde alguna vez vivió la hermana de la protagonista

- En una de las jornadas de puertas abiertas, alguien se quedó dentro de la casa y empezó a molestar a sus inquilinos hasta que ya decidió quedarse la casa para el solo y dijo, pues venga, los mato y ya tengo donde vivir.

Sea como sea, la película no tiene ni pies ni cabeza. Al final la muerte del padre del personaje interpretado por Dylan Minnette resulta ser irrelevante en el argumento y creo que es pasarse un poco el hacer que después de sufrir la muerte de un ser querido, al final madre e hijo mueran también por culpa de un loco de la cabeza.... Que desperdicio...