La productora de la WWE nos trae otra película en la que promociona a sus luchadores (o exluchadores), y como otras tantas de la misma línea, resultan entretenidas siempre que no le busquemos mucho sentido a lo que sucede en ellas.

En este caso promociona dos de sus luchadores, a Edge (ya retirado) y a Lana, ambos haciendo el papel de policías del FBI. La película nos lleva por un viaje a través de los entresijos del plan que ha ideado un terrorista para detonar diferentes bombas por la ciudad. Descifrando pistas en el último segundo antes de una detonación, sacando conclusiones que a nadie más que a ellos se les podría ocurrir, el típico contador de tiempo que va bajando antes de la siguiente explosión, etc. Con un guión que va avanzando de manera un poco forzada, con situaciones a veces un poco absurdas, pero que al final, mete un ritmo suficientemente entretenido a la película como para que si no eres muy exigente con las películas de acción, termine resultando amena de ver.

Apta para los aficionados a las películas de acción que no busquen nada más allá que pasar una hora y media distendida. Por mucho que se intente exprimir la película, poco jugo más se le puede sacar.

Scherzo