Esta producción francesa del 2015 rodada casi íntegramente en India tiene muchos atractivos. Es un viaje turístico por India muy bien grabado con una fotografía excelente en formato Scope donde podemos disfrutar de la cultura de ese inmenso país, sus costumbres, ritos, etc.
Las interpretaciones son bastante acertadas, especialmente los tres que encabezan el reparto, con un Christopher Lamber ya "maduro". Este film se sigue con bastante interés por su argumento romántico, la filosofía que desprenden muchas de las frases y pensamientos de los protagonistas con un guión bastante redondo y una dirección más que correcta de Claude Lelouch, y las constantes escenas de la auténtica India.
La música orquestal y pianistica de Francis Lai añaden atractivo al film y enriquecen muchas secuencias como ha ocurrido casi siempre en el Cine cuando la partitura es acertada.
La película atrae y mantiene el interés del espectador con el añadido de su naturalidad en el guión.