Realmente si tienes tiempo que derrochar, pues adelante, no dejes de ver Músculos de acero (que bajo este título es como he conocido esta película). Si quieres ver a un Arnold en el momento álgido de su carrera como culturista, pues también puedes dedicarle tiempo, aunque a decir verdad, cualquier documental de la época dedicado a ese mundo, te proporcionará más imágenes y seguramente más interés. Si quieres ver a Sally Field joven y sexi, pues también puedes sacrificar tu tiempo.

Aparte de esto... poca cosa. No es mi deseo quitaros las ganas de ver este largometraje, pero no podía dejar de advertiros sobre ella.