Thriller de secuestros estrenada en Netflix el pasado 1 de agosto, una película que está protagonizada por Robert Patrick (“Scorpion”) como gran conocido y que nos presentan un thriller que ante todo es una película entretenida de principio a fin, principalmente por el buen labor de los actores, que cada uno de ellos tiene su cosa que nos hace estar atentos a ella, además tiene algunas escenas de peleas y disparos bien hechas y se agradece, ofreciéndonos hasta un susto por lo que sucede en una escena con un anfitrión de la casa que asaltan, aunque es cierto que poco a poco la película se va convirtiendo en una incoherencia tras otra, debido a un protagonista que es irrelista ver cómo tiene un cuchillo en el pecho en casi toda la película e intenta matar a todos uno a uno, restándole credibilidad, (y más que es doctor y podría haberse hecho una mini operación allí con las cuatro cosas que tiene a su alrededor y hubiera quedado más creíble), siendo en la parte final incluso más fuerte con el cuchillo en el pecho que uno de los asaltantes, pero creo que la película obviando que es una película para no tomártela en serio, es suficientemente entretenida para pasar un rato agradable viéndola, con unas actuaciones que superan al guion que tiene, una clásica película para pasar el rato sin esperar que sea todo lo creíble que hubieras deseado.