Haz click aquí para copiar la URL
Voto de seagal4ever:
7
Acción Un ex agente del FBI es requerido por su antiguo jefe para atrapar al asesino de su hijo. Bajo una nueva identidad, se introduce en el círculo de la mafia de Chicago, donde trata de ser aceptado para llevar a cabo su venganza. (FILMAFFINITY)
29 de octubre de 2010
39 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hubo un tiempo en que el cine de acción vendía una imagen arquetípica de los hombres muy bien definida: enmarcada por completo en lo que hoy diríamos que es "un tipo duro", un tío con dos cojones, vamos.

Esta gloriosa etapa del cine comenzó a fraguarse durante los años '70 (con algunas pinceladas ya presentes en los '60), época en la que algunos tipos duros empezaban a convertirse cada vez más en héroes. No debemos olvidar que es en el cine negro donde debemos situarnos al buscar el origen de los hombres hechos y derechos, y serían los '80 la época en la que se les encumbró hasta los cielos: el cine dorado de acción, donde este tipo de personajes no solamente eran más duros y fríos que una piedra, sino que además eran auténticos superhéroes capaz de acabar por sí solos con una peligrosa red criminal o cualquier pequeño ejército que se les pusiera por delante. Y sin despeinarse. Sin dudas morales. Eran los justicieros que la sociedad necesitaba. Eran "ejecutores".

Pues bien. Aquí tenemos "Ejecutor", un claro exponente de este tipo de cine. Visto hoy en día, y sobre todo para el público no especialmente sensibilizado en cómo se las gastaban en los años '80, pueden chirriar un poco determinados elementos. Pero esta obra es hija de su tiempo, y hemos de verla con los ojos que merece: sin tomarla demasiado en serio, pues es evidente que ni ella misma lo hace.

El tipo duro de turno es Mark Kaminsky (o Joseph P. Brenner -"¿Qué significa la P. del apellido?", "Peleón"; impagable momento que no he podido evitar reseñar...-). Interpretado por un joven Arnie tan mazado como en él es costumbre. La cara de estreñimiento con que se pasea a lo largo de todo el metraje es digna de elogio. Se puede tener mala hostia, vale, pero lo del caballero Arnie es de tralla: podría matar con esa mirada sin esforzarse demasiado. El caso es que al pobre hombre le lían sin saberse muy bien cómo en un tinglado bastante turbio para que vengue la muerte del hijo de un antiguo amigo suyo. Para ello tendrá que infiltrarse en una peligrosa organización criminal y destruirla desde dentro.

Son los '80, todo vale con tal de repartir cera y matar al mayor número de maleantes. TODO. Aceptémoslo: esta película está pasada de rosca varias veces vista hoy en día, pero ni el Batman actual, ni Bourne, ni Lobezno ni ningún metrosexual de los que tanto abundan hoy en día tiene ni media hostia al lado de este Arnie y/o de sus coetáneos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
seagal4ever
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow