Propuesta de cine experimental un tanto estomagante (hay que hacer un esfuerzo para abrirse paso por el metraje de principio a fin) pero bastante bien ejecutado. Lástima que el reciclaje de ideas sea tan evidente y que su mensaje resulte condescendiente e infantiloide. Aunque, ojo, con algunos puntos interesantes. (Más sobre eso en el spolier)

En cuanto a la escuela #littlesecretfilms de la cual surge esta película voy a hablar muy poco. Estos dogmas auto-impuestos me parecen más una etiqueta comercial (por mucho que se elimine el ánimo de lucro) que otra cosa. Sus premisas no las encuentro especialmente útiles, creativas o necesarias. Pero cumplen su función, que es diferenciarse del resto y despertar la curiosidad del espectador.

La gran beneficiada de todo este proyecto será Rocío León, a la cual este trabajo le va a abrir muchas puertas porque da un auténtico recital interpretativo (en 21 horas, no lo olvidemos). Y si no es por este trabajo será por cualquier otro porque es evidente que el talento está ahí para ser explotado.