Esta miniserie de HBO nos ofrece 6 episodios a partir de la mirada de seis directores los cuales comparten estilo de producción similar.
El ritmo pausado, la fotografía oscura y opaca y la línea argumental simple no consiguen atraer la atención del espectador pues el guión dilata tiempos y el relato visual es pobre.
El terror en esta miniserie es bien pobre pues se basa en "sustos" y sorpresas reiteradas a partir de rápidos cambios de planos, un recurso mil veces usado en producciones más que mediocres.
Así que si te conformas con bien poco podrías ver la serie pero si buscas algo más que cuatro o cinco sustos... esta miniserie no es para ti.
Tan mala que bien podría estar en la grilla de Netflix