Esta vez Netflix intenta saca provecho de una vieja y recordada serie de finales de los 80 "Full House" (Padres forzosos) que, producida por la cadena ABC, ha tenido 8 temporadas con un aceptable éxito en los canales de cable gracias a su timming, gags y episodios divertidos.

Si en los 80-90 la original "Padres forzosos" hubo tenido cierto éxito merecido, el actual spin-off producido por Netflix dudo que lo tenga salvo que Netflix ya haya acostumbrado a sus abonados a bajar sus expectativas y ver mediocridades como las que se ven a menudo en su grilla.

Esto nuevos episodios tienen poco y nada de originales puesto que el guión abreva en situaciones remanidas mientras que retoma recursos para la risa fácil. Así la trama resulta penosa.

No siempre es agradable volver a ver revivals de viejas series cuando las nuevas producciones son una cursilada mal hecha en donde todo parece ser una pantomima del pasado carente de talento.

Típica producción de Netflix o sea muy mala.