Noé ya tiene su arca y animales pero se encuentra con un problema: su trastorno obsesivo-compulsivo le impide encerrarlos de cualquier manera. Lamentablemente, Noé no sabe nada de taxonomía. Empieza a ordenar y desordenar las jaulas de las criaturas según inventa estrategias o encuentra defectos en su razonamiento. Los búhos, animales de ingenio y buen corazón*, le ayudan dibujando diagramas de Venn y mostrandole las sutilezas de las uniones e intersecciones. Noé, en una visión mucho más trascendental que la original de Yahveh, lo ve claro por fin:

T E O R I A D E C O N J U N T O S

Y salva a los seres vivos del diluvio pero condena a los humanos a las matemáticas. Toda esta historia esta narrada en la mejor animación en pixeles que un aficionado podía hacer en 1990.

Recomendable solo a los incondicionales de Marker.

* En la vida real los búhos son bestias repletas de retraso mental y sed de sangre