Aunque yo no tuve esa suerte, "El hombre orquesta" fue el cortometraje que precedió a Cars (John Lasseter, 2006) en la gran mayoría de los cines de todo el mundo, una práctica que se lleva realizando con Pixar desde su primer largo (Toy Story) y que heredaron de Disney, uno de los pocos estudios que ponía tanto interés en sus proyectos cortos como largos. De una forma u otra, supongo que si me hubiesen puesto el primer y único trabajo dirigido por Mark Andrews y Andrew Jiménez antes del film mencionado quizá, y sólo quizá, haber pagado la entrada habría merecido realmente la pena. Cars es irregular, posee una gran animación al servicio de una historia fría, que no llega, y tiene los peores personajes que han salido de Pixar. "El hombre orquesta" es su antítesis, es magia y, ante todo, es Cine. Del bueno.

En 2001 se estrenó el último corto de Pixar que prefería prescindir de los diálogos para narrar algo (Pajaritos -For the Birds-) y, desde aquel, los cuatro restantes habían hecho uso de diálogos. "El hombre orquesta" es una vuelta a las raíces, cinematográfica y temáticamente hablando, contándonos una historia de un par de músicos callejeros que, a modo de western, duelan en una plaza de un pueblo para obtener una moneda de una jovencita que pasaba por allí. Cada uno va mostrando sus armas (es decir, sus instrumentos), engrandeciendo los compases de las notas, tocando a más velocidad, etcétera, con la intención de ganarse el premio de la niña. Pero no todo sale como ellos esperaban, y por primera vez en un trabajo corto del estudio se introduce un giro argumental para dar lugar al gag memorable. Pero de forma sutil, mágica, nada forzada.

Con una animación impecable y un trabajo musical al mismo nivel, "El hombre orquesta" es uno de los mejores cortometrajes animados del estudio. De hecho probablemente lo situaría en un Top5, lo cual no está mal considerando que a día de hoy cuentan con más de dos docenas en total, entre los desarrollados para pantalla grande y los posteriormente lanzados en DVD

P.D. Y para los más curiosos, los cuatro restantes serían "Knick Knack" (1989), "For the Birds" (2000), "Presto" (2008) y "Partly Cloudy" (2009).