Primeriza película del admirado Jim Jarmusch, compuesta por 5 irregulares historias de taxistas en distintas partes del mundo a la misma hora.

Irregulares porque realmente solo resulta graciosa la de Roma, eso si, si aguantas a Roberto Benigni porque es él en estado puro. La mejor de las 5.

La de Paris es divertida, con unos diálogos muy ágiles y personajes carismáticos (tanto la ciega como el negro) que te dejan la sensación de estar viendo algo diferente.

Luego tenemos la de Nueva York, que empieza muy graciosa pero que se vuelve demasiado inocente y sosa, simplemente pasable.

Para terminar las dos historias que quedan son las que dan el arranque (Los Angeles) y el cierre (Helsinki), son las más mediocres, no dicen nada y no entretienen por lo que al final queda una película de 5 mediometrajes con un resultado descompensado.

Un film de un director que empezaba a dar sus primeros pasos apuntando maneras con esta película que a la postre se convertiría en una obra menor en su filmografía, todavía le quedaba aún un gran camino por recorrer para convertirse en uno de los cineastas más valorados del cine independiente en Norte America.