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Voto de Quatermain80:
7
Drama. Musical. Cine negro Pete Kelly es un trompetista que toca con su banda de jazz, conocida como "Pete Kelly y sus Big Seven", en un local de Kansas City. Un día aparece por allí Frank McCarg, un mafioso que le exige ser su manager a cambio del 25% de las ganancias y de que su novia Rose cante en el grupo. Tras negarse, Frank asesina a uno de los amigos de Pete, por lo que esté decidirá aceptar sus condiciones, esperando tener en el futuro la oportunidad de ... [+]
26 de junio de 2011
17 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dirigida y protagonizada por Jack Webb, esta original película combina su personal afición por el Jazz y el Blues (sobre todo de la época de Dixieland y de las Big Bands) con un argumento clásico en el cine negro, en este caso la extorsión que un hampón ejerce sobre una banda de música. Así, esta peculiar mezcla entre el género musical y el negro se ambienta en los años veinte, época caracterizada por los garitos clandestinos, la prohibición del consumo de alcohol, las andanzas de los gángsters y la buena música.

Precisamente es la eficacia y brillantez en la recreación de ese mundo lo que hace que el filme funcione, ya que los elementos antes mencionados están perfectamente trabajados, tanto desde el punto de vista del guión, incisivo y lleno de diálogos extraordinarios, como desde el aspecto formal, en el que destaca una hermosa fotografía en color (de tonos cálidos y contrastados) y una dirección artística acertada, con estupendos decorados. En cuanto a la música decir que su inclusión es adecuada dentro de la trama (aspecto que siempre es difícil cuando se intenta que la película trascienda al mero musical), y su calidad incuestionable, contando con excelentes músicos y cantantes (la excelsa Ella Fitzgerald y una estupenda Peggy Lee, que interpreta el papel más dramático de la cinta).

Aparte de los extraordinarios momentos musicales, cabe destacar otros, más propiamente cinematográficos; el comienzo, en el que unas breves secuencias -de un entierro y una partida de dados- explican cómo obtiene Pete Kelly su corneta, es original y narrativamente muy eficaz. De gran calidad descriptiva es la presentación visual del garito clandestino en el que toca Pete con su banda, pues capta a la perfección y de forma concisa las claves del ambiente y la época, salpicándolo todo con acertadas dosis de humor (especialmente en la "destilación" de Champagne casero). También es muy llamativo el plano secuencia de la muerte de Joey, en el que las luces alcanzan un excelente dramatismo.

En conjunto, una buena película que disfrutará todo aficionado al Jazz y al género negro, que no en vano han sido dos de las manifestaciones artísticas más gloriosas del siglo XX.
Quatermain80
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