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Voto de Sugarfoot:
6
Ciencia ficción. Aventuras. Western T.J. es un empresario que quiere engrandecer su espectáculo circense con un show único en el mundo: la presentación de un caballo de solo 20 cm. de altura. El prof. Bromley, estudioso de la prehistoria parte junto con un aventurero hacia la cueva en donde se supone que habita el ejemplar. Todo marcha bien hasta que hallan un formidable dinosaurio. (FILMAFFINITY)
8 de abril de 2010
38 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesantísima película que supone uno de los últimos coletazos de un cine de aventuras abocado a desaparecer por el desarrollo de los efectos especiales generados por ordenador.

Se trataba de unas películas de bajo presupuesto, con guiones ingeniosos y unos efectos especiales llevados a cabo prácticamente por una sola persona con técnicas consistentes en fotografiar pequeños modelos articulados de animales, fotograma a fotograma. Luego, en postproducción se mezclaban con la imagen real.

En este caso la animación “stop motion” corrió a cargo del genial Ray Harryhausen, creador de las animaciones de clásicos como “Simbad y la Princesa” (The 7th Voyage of Sinbad, de 1958), “Los Viajes De Gulliver (The 3 Worlds of Gulliver, de 1960), “Jason y los Argonautas” (Jason and the Argonauts de 1963) o “Furia de Titanes” (Clash of the Titans de 1981). Es pues Harryhausen quien anima las criaturas prehistóricas habitantes de un valle perdido en Mexico. Harrihausen además participó activamente en la dirección del film, ya que las escenas de animación estaban prediseñadas y había que hacerlas encajar bien. En el presente caso, la idea de mezclar vaqueros y dinosaurios es bastante original.

Este film se rodó en España, concretamente en Almería (desierto de Tabernas, plaza de toros de Berja, plaza de toros de Almería), y Cuenca (Ciudad Encantada, Plaza Mayor y Catedral) siendo el director artístico nuestro genial y justamente galardonado Gil Parrondo que logró una bastante buena ambientación, con unos mexicanos menos tópicos que los habituales del cine USA de la época.

Indudablemente el film tiene numerosos errores técnicos, debido a un presupuesto muy bajo y a un montaje apresurado, pero se le pueden perdonar por el entretenido resultado.

Como anécdota mencionar que cuando se pasó las primeras veces en TV, en muchos lugares se suprimió una estupenda escena “stop motion” en que el Alosaurio que da nombre al film, lucha con un elefante de circo, por considerarla de excesiva crueldad.

A mí personalmente me trae gratos recuerdos, pues participé de jovencito como extra haciendo de mexicano y pegándome buenas carreras en la plaza mayor de Cuenca a cambio de bocatas de jamón y refrescos.

En fin, recomendable para nostálgicos, admiradores de Harryhausen, y para curiosos de un cine que marcó época.
Sugarfoot
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