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Voto de tolstoievska:
9
7,6
2.751
Drama. Romance
Andreas, un hombre desconectado del mundo después de su divorcio, se retira a vivir a una pequeña isla del Báltico. Allí conoce a una pareja de artistas que está en plena desintegración, y a una joven e inestable viuda. Unidos por el dolor de la pérdida y la desconexión emocional, ella y Andreas inician una relación. Mientras tanto, alguien recorre la comunidad de la isla cometiendo actos de crueldad con animales. (FILMAFFINITY)
22 de agosto de 2007
134 de 147 usuarios han encontrado esta crítica útil
Descubrí a Bergman con 18 años aproximadamente, cuando pusieron un ciclo en la dos hace unos quince años. Ya entonces su cine me impactó profundamente y algunas de sus películas me resultaban tan sinceras y cercanas que me emocionaban de manera íntima. Entonces no me consideraba intelectual, ni ahora tampoco, aunque he leído mucho porque me gusta leer y escribir. Sin embargo no he ido a la universidad, por ejemplo.
No creo que las pelis más complejas de Bergman requieran ser vistas por "intelectuales", aunque sí por personas curiosas y abiertas a vivir experiencias distintas, y sobre todo sin miedo a enfrentarse a historias en ocasiones duras como la vida misma. Esto sucede porque Bergman indagaba en la naturaleza humana, la cual no siempre tiene un rostro bello y agradable.
En la actualidad sigo disfrutando y emocionandome con el cine de Bergman, y creo que gran parte de su cine es muy fácil de asimilar por cualquier espíritu minimamente curioso.
Es cierto que "Persona" o "El rito" o quizás incluso "Pasión" son un tanto raras si las comparamos con un cine más clásico, pero leer que Bergman es gélido me sorprende mucho.
"Pasión" es una historia dura y triste, pero llena de emoción profunda.
No creo que las pelis más complejas de Bergman requieran ser vistas por "intelectuales", aunque sí por personas curiosas y abiertas a vivir experiencias distintas, y sobre todo sin miedo a enfrentarse a historias en ocasiones duras como la vida misma. Esto sucede porque Bergman indagaba en la naturaleza humana, la cual no siempre tiene un rostro bello y agradable.
En la actualidad sigo disfrutando y emocionandome con el cine de Bergman, y creo que gran parte de su cine es muy fácil de asimilar por cualquier espíritu minimamente curioso.
Es cierto que "Persona" o "El rito" o quizás incluso "Pasión" son un tanto raras si las comparamos con un cine más clásico, pero leer que Bergman es gélido me sorprende mucho.
"Pasión" es una historia dura y triste, pero llena de emoción profunda.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
¿No hay emoción cuando Von Sydow salva al perrito y lo lleva a su casa?
¿Y cuando arropa a Bibi Anderson en el sofa de su casa?
¿Y cuando lee la carta del viejo al que han linchado y que era amigo suyo?
¿No hay emoción cuando Von Sydow le dice a Liv Ullman, en la escena final en el coche, que había leído la carta que escribió su marido, y ella reacciona intentando estrellar el coche como se sugiere que hizo en realidad en el accidente con su marido y su hijo?
¿No hay emoción en un primer plano de Liv Ullman, con sus labios carnosos, sus ojos azules, y su voz que se quiebra?
El cine de Bergman no es propicio a la sensiblería, pero sí está lleno de emociones.
Me emociona cuando el viejo ayuda a Max Von Sydow, al que encuentra borracho y tirado contra un árbol.
En el cine de Bergman también hay buenos sentimientos y buenas acciones, pero están mezclados con lo malo, igual que en la vida.
¿Quién no ha visto a alguien tirado en la calle y ha pasado de largo sin hacerle ni caso?
En la vida, por desgracia, se encuentra muchas veces menos emoción que en el cine de Bergman.
En ocasiones los espectadores somos muy fríos, por ejemplo al sentarnos y visionar una película, y acusamos al artista de una carencia que en realidad es la nuestra, y que paradójicamente él muestra en su obra, y esto nos enfada con el artista, sólo porque éste penetra demasiado dentro de nosotros, igual que la incisión de un cirujano.
Espero que el alma de Bergman pueda descansar en paz, ahora que ha terminado su partida de ajedrez. Donde quiera que esté.
¿Y cuando arropa a Bibi Anderson en el sofa de su casa?
¿Y cuando lee la carta del viejo al que han linchado y que era amigo suyo?
¿No hay emoción cuando Von Sydow le dice a Liv Ullman, en la escena final en el coche, que había leído la carta que escribió su marido, y ella reacciona intentando estrellar el coche como se sugiere que hizo en realidad en el accidente con su marido y su hijo?
¿No hay emoción en un primer plano de Liv Ullman, con sus labios carnosos, sus ojos azules, y su voz que se quiebra?
El cine de Bergman no es propicio a la sensiblería, pero sí está lleno de emociones.
Me emociona cuando el viejo ayuda a Max Von Sydow, al que encuentra borracho y tirado contra un árbol.
En el cine de Bergman también hay buenos sentimientos y buenas acciones, pero están mezclados con lo malo, igual que en la vida.
¿Quién no ha visto a alguien tirado en la calle y ha pasado de largo sin hacerle ni caso?
En la vida, por desgracia, se encuentra muchas veces menos emoción que en el cine de Bergman.
En ocasiones los espectadores somos muy fríos, por ejemplo al sentarnos y visionar una película, y acusamos al artista de una carencia que en realidad es la nuestra, y que paradójicamente él muestra en su obra, y esto nos enfada con el artista, sólo porque éste penetra demasiado dentro de nosotros, igual que la incisión de un cirujano.
Espero que el alma de Bergman pueda descansar en paz, ahora que ha terminado su partida de ajedrez. Donde quiera que esté.