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España España · Granada
Voto de Kikivall:
9
Serie de TV. Acción. Thriller. Cine negro. Intriga Serie de TV (1959-1963). 4 temporadas. 119 episodios. Eliot Ness (Robert Stack), un personaje real, fue la pesadilla de los gángsteres de Chicago durante la época de la Ley Seca (1920-1933). Se hizo famoso sobre todo porque consiguió arrestar a Al Capone. Pero Ness y sus hombres, "los Intocables", también se enfrentaron a criminales de la catadura de Dutch Schultz, Lucky Luciano o Ma Barker. (FILMAFFINITY)
8 de enero de 2018
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Eliot Ness (Robert Stack) fue un personaje histórico, la auténtica bestia negra de los gánsteres de Chicago durante la época de la llamada Ley Seca (1920-1933). Ness alcanzó la fama, sobre todo cuando consiguió arrestar a Al Capone.

Quiero rendir un pequeño homenaje a esta serie que se estrenó en la precaria TV Española de principios de los sesenta, para gozo y disfrute de quienes veíamos por primera vez la televisión, y más concretamente las series televisivas. Series que proliferaron por ese entonces con doblajes portorriqueños o algo así, como Perry Mason (1957), un gran abogado y cuasi detective; El fugitivo (1963), siempre huyendo a su destino de inculpado; La patrulla fantasma (Ghost Squad) (1961), una división especial de Scotland Yard; Bonanza (1959), la familia ranchera; Cheyenne (1954), recorriendo el Oeste y enfrentándose a bandidos y también a bellas mujeres; Bronco (1958), el personaje solitario que cabalga por las lejanas tierras del “far west”; La familia Monster (1964), terrorífica e hilarante; o, Sugarfoot (1957), abogado y el rey del lazo en la pelea. Pero la verdad, mi favorita era la serie Los intocables (1959), magníficamente dirigida por Abner Biberman y Robert Gist, con guión basado en la novela Eliot Ness, escrita por el propio Ness y el escritor y periodista Oscar Fraley. Tenía una sugerente música de Nelson Riddle y una gran fotografía en blanco y negro de Charles Straumer.

El reparto era magnífico, encabezado por un apuesto y arrojado Robert Stack, que encabezaba todos los capítulos; un actor de teatro y cine que ya triunfaba antes de los cincuenta y que en la serie a la que me estoy refiriendo, ganaría un premio Emmy a su brillante interpretación de Ness en la serie.

Debido a corrupción rampante, dentro de la misma policía, Ness y nueve hombres confiscaron destilerías y cervecerías y en menos de seis meses, Ness había desmantelado docenas de establecimientos prohibidos.

Nunca sabré agradecer a esta serie y a otras –algunas de las cuales he mencionado-, que reforzaran mi amor al cine. En este caso al cine de acción, gánsteres y western, muy propio para los infantes de aquellos años.

Pero en aquellas series también había unos valores, una estela en aras del bien común, aunque la Ley Seca fuera un pretexto fílmico (ya sé que lo fue realmente e históricamente en los EE.UU.). Pero en la TV, a los niños nos resultaba un subterfugio para que el bueno y su equipo triunfaran y los canallas y asesinos fueran encarcelados. O sea, los límites entre criminales y defensores de la Ley estaban bien delimitados.
Kikivall
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