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España España · Madrid
Voto de Áralan:
7
Drama Narra la historia de Mark Felt, el confidente que en el año 1974, bajo el nombre de "Garganta profunda", ayudó a los periodistas del 'The Washington Post', Bob Woodward y Carl Bernstein, a destapar el escándalo del Watergate, que acabaría tumbando al presidente Nixon. (FILMAFFINITY)
23 de diciembre de 2017
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como todo el mundo estará pensando, esta película es "Todos los hombres del presidente" pero al revés; es decir, contada desde la perspectiva del filtrador y no de los periodistas. Quién era "Deepthroat", quien filtró lo que se conoció como el "Watergate", qué puesto ocupaba, qué motivaciones tuvo para filtrar el mayor escándalo político de la historia de Estados Unidos.

El reparto no puede estar mejor elegido. Liam Neeson está imponente, a la altura de su Schindler, y está rodeado de unos secundarios y secundarias muy interesantes (Michal C. Hall -nuesto recordado Dexter-, Diane Lane, Josh Lucas...). Gracias a ellos, la pausada puesta en escena y la sobriedad de las tomas cobran dinamismo. Cada vez que hablan, es porque tienen algo importante que decir, ya sea para la propia trama, para desverlar la personalidad de alguien o la relación entre personajes.

La historia es ya de por sí potente y cuenta con que el espectador conozca, al menos en parte, la cadena de sucesos, pues bien es verdad que las investigaciones, si conoces lo anterior, avanzan a pinceladas. "Unos desconocidos detenidos intentando colocar micrófonos en la sede del congreso Demócrata". Y pasan a las concecuencias."Hay que taparlo". Reunión con alguien del Times o llamadas al Washington Post. Si conoces lo esencial de la trama, la seguirás bien. SI no, puede que la confusión reine en algunas partes.

En definitiva, una película al servicio de Felt y Neeson y diseñada para su lucimiento, donde ambos salen muy bien parados y la pelícual será de esas que quizá en unos años no recuerdes demasiado bien pero que no es mal cine ni mucho menos. No sentirás que has perdido el tiempo.

Y ya como opinión muy personal, me gustan las películas sobre los "whistleblowers". Los filtradores. Creo que hacen un muy buen servicio a la gente, independientemente de sus motivaciones. Snowden, de hecho, me parece una persona digna de admirar. Gracias a ellos conocemos datos que de ninguna otra manera conoceríamos, ya que consideran que una cosa es la justicia y otra la ley.
Concuerdo.

Esta película, con algún que otro interés personal detrás por parte del protagonista, versa en esencia sobre eso.
Áralan
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