La idea parece buena, sobre todo si el que está detrás es Kevin Smith, pero aunque el piloto te deja con dudas, al no ser nada de otro mundo, los siguientes episodios, son más de lo mismo, e incluso hasta el sexto, que fue la máxima oportunidad que le di a este serie, los hay peores. Repetitiva, cansina y con un humor, que aunque te arranque alguna sonrisa en los primeros episodios, (mas por saber que el responsable es Kevin Smith y te hace más tolerable, que por la comicidad del mismo), es pueril a más no poder. A este tipo se le debería exigir algo que dejara un mínimo de huella, aunque en vista de sus últimos trabajos, cada vez me cuestiono más, si no estaremos ante un bluff sobrevalorado.