Superlópez es ni chicha ni limoná. Ni buena ni tampoco es tan mala como se ha dicho.
Es una película correcta, entretenida, con un final que sí apunta directamente a las historietas (atención a las voces en off que suenan mientras Superlópez vuela por Barcelona) y sobre todo con unos actores secundarios que saben dar el tono que debería haber tenido la película en todos sus minutos. Alexandra Jiménez es un acierto absoluto, como casi siempre, Julián López está descacharrante, y Gracia Olayo y Pedro Casablanc hacen una pareja fabulosa como los padres terrestres de Juan.
Sin embargo, es verdad que el Superlópez que hace un correcto Dani Rovira no recuerda demasiado al que vemos en las viñetas, a quien quien esto firma siempre imaginó más mayor y sobre todo bastante más gañán, más cañí, por así decirlo. Además, a la película le falta, sorprendentemente, humor, y además se eterniza con la presentación de personajes y ambientes, y cuando puede ponerse con la aventura, ya casi no queda tiempo. La villana que hace Maribel Verdú, además, no tiene fondo, y la actriz, pese a su categoría, no puede hacer mucho más en su favor. Los efectos visuales, pese al dinero que se ha empleado, tampoco son para tirar cohetes (ver el enfrentamiento final entre Superlópez y la malvada).
En definitiva, una película pasable, sin más.

Lo mejor: Los secundarios, todos estupendos.
Lo peor: Tarda en arrancar y le falta humor y fidelidad a la historieta.