Excelente película de aventuras, de sabor clásico y excelso trabajo técnico.
Michael Mann es un maestro, y tiene películas mejores que esta, pero El último mohicano sigue siendo una cinta extraordinaria. Como decimos, es cine de aventuras del toda la vida, con excelente vestuario, dirección artística, fotografía y montaje, y una trama que engancha y entretiene. La prosa de James Fenimore Cooper, el gran bardo de los pioneros y los primeros americanos, nunca ha sonado mejor que aquí en el cine.
Daniel Day-Lewis hace una de sus clásicas interpretaciones matizadas al milímetro, a la cabeza de un reparto en el que también están la dulce Madeleine Stowe o Wes Studi, quizás el actor nativo americano más conocido de la historia.
Excelente y entretenidísima aventura clásica.