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España España · Sevilla
Voto de Talibán:
6
Thriller. Drama En 1980, en la frontera de Texas, cerca de río Grande, Llewelyn Moss (Josh Brolin), un cazador de antílopes, descubre a unos hombres acribillados a balazos, un cargamento de heroína y dos millones de dólares en efectivo. (FILMAFFINITY)
9 de enero de 2016
21 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo primero que deberíamos hacer es preguntarnos por qué una novela escrita en 2005 se desarrolla en 1980, siendo así que la historia, los tipos, los paisajes, sería idénticos en 2005, en 2016.

Lo explica Cormac McCarthy a través del Sheriff Bell. En los años treinta una encuesta entre los profesores de instituto recogía los problemas más graves que les planteaba su trabajo: los alumnos hablaban en clase, llegaban tarde, comían en los pasillos. En los setenta un curioso volvió a enviar el mismo cuestionario a los mismos centros: violación, drogas, asesinato. ¿Se dan cuenta? En 2005, en 2016 no hay diferencia y por eso la película, la novela, podría tener lugar en la actualidad sin la menor variación.

Por lo tanto, en algún momento entre el crack del 29 y el de 1973, entre la segunda guerra mundial y la guerra de Vietnam, el niño que llegaba tarde se convirtió en el niño que violaba. ¿Es la droga la que explica esto? No sé si McCarthy pretende sugerirlo –en algunos aspectos su novela, espléndida, es confusa y a veces parece una novela de Elmore Leonard reescrita por Cormac McCarthy- pero sí soy consciente de la necesidad de ambientarla en 1980, cuando todavía queda en pie la generación del sheriff Bell, la que de verdad nota y sufre esta transformación.

Creo que los hermanos Coen realizan una adaptación excesivamente respetuosa con McCarthy. Brillan donde siempre, por escenas completas –la violencia y los detalles de humor negro- más que por el conjunto. Da la sensación de que su estructura global está construida en la sala de montaje y no en el guión. Hay personajes que quedan cojos, explicaciones que faltan, otras que sobran, se busca con el montaje una cadencia, contemplativa y a la vez tensionada, que no se encuentra. Hay la evidencia de que, una vez visto el resultado del rodaje, se da a Bardem-Chigurh lo que se quita a Lee Jones-Bell. Se mantiene completa la mejor escena de la película, la conversación en la casa llena de gatos del tío Ellis, una secuencia crepuscular y hermosa, pero tal como está ensamblada carece de sentido.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Talibán
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