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España España · Sevilla
Voto de Talibán:
5
Terror. Intriga Un viejo millonario contrata a tres personas para que acudan a la llamada "Casa del infierno", un lugar en donde los espíritus parecen campar a sus anchas y que en el pasado ha sido escenario de innumerables muertes violentas. El viejo pretende descubrir de una vez por todas si hay vida después de la muerte. Se darán cita, Florence Tanner, una médium mental; Benjamin Fisher, médium físico; y el Dr. Barrett, un científico que no cree en ... [+]
13 de diciembre de 2013
17 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
Qué tiene que ver el misterioso Gaff de “Blade Runner” (Edward James Olmos) con el dormilón Miles Monroe (Woody Allen)? ¿Recuerdan el monólogo “¿Es a mí…?” de Travis Brickle? ¿A que nunca lo relacionarían con este otro que también les sonará: “¡… no encuentro las piernas…!? Obviamente no tienen la menor relación, están interpretadas por actores distintos…, pero si las vieron en español deberían saber que la voces que están detrás son las mismas: Miguel Ángel Valdivieso y Ricardo Solans respectivamente. Nunca lo dirían, ¿verdad?

Nunca lo dirían por la sencilla razón de que no sólo se trata de voces, se trata de actores, que interpretan personajes y lo hacen de manera que no le asalte a usted el fantasma de Travis Brickle cuando sólo debería padecer el de John Rambo.

No pretendo defender el doblaje en el cine, la forma ideal de ver una película es en su versión original, sobre todo si se conoce ese idioma original. La cinefilia actual, la más joven, abomina del doblaje. Quizás haya algo de irracionalidad talibanesca en esa actitud y lo dice alguien que se ha pasado toda la vida batallando por el subtitulado de las películas, por tener la posibilidad de escuchar al auténtico HAL 9000.

Forma parte de los derechos irrenunciables del espectador el poder oír a James Stewart, a Katherine Hepburn, a Kinuyo Tanaka. Hasta Gilbert debería poder escuchar a Meryl Streep. Pero también el espectador debe ser lo suficientemente humilde como para contestar con sinceridad a algunas preguntas.

Por ejemplo ésta, entre cientos: ¿Es capaz de captar el espectro inabarcable de matices idiomáticos que despliega Sir Laurence Olivier en “La huella”? ¿Siquiera la diferencia entre la forma de hablar de su personaje y el de Michael Caine? Es muy probable que un espectador inglés dijera que la película se basa en ese factor, que es inconcebible sin él, como no se comprende “El Quijote” sin el contraste gramatical y semántico entre el Ingenioso Hidalgo y Sancho Panza. Y yo he repasado las primeras 20 críticas que hay en FA (de las 104 que a fecha de hoy están colgadas) y ninguna menciona esta circunstancia… ¡cuando todas sin excepción dedican elogios ditirámbicos a los actores! Que conste que yo ni de lejos conozco lo bastante la lengua de Sylvester Stallone como para apreciar tan complejas connotaciones fonéticas.

Allí, las actuaciones de Felipe Peña y Rogelio Hernández son antológicas. No reflejan esa distancia social a la que me he referido –sería zafio intentarlo, y eso se pierde inevitablemente en el doblaje- pero ofrecen una riqueza de colores y tonalidades maravillosa. La que de ordinario se podía disfrutar en una etapa dorada del doblaje español que va más o menos de principios de los sesenta a finales de los setenta. Con Barcelona de irónico epicentro, por cierto.

En “La leyenda de la casa del Infierno”, una pequeña cult movie para los amantes del terror gótico, el doblaje llena de tempestuosa electricidad situaciones que en su versión original son más bien simpáticas (sin quitar interés a una historia muy inquietante servida por Richard Matheson, cuya novela recomiendo).

Estos doblajes deberían protegerse. No tengo el espíritu ni la imaginación suficientes para iniciar una campaña en Internet, pero sé que muchos aficionados comienzan a preocuparse por las versiones dobladas de films de los años 70 que recogen la plena madurez de actores como Peña, Hernández, María Luisa Solá, Rosa Guiñón, José Luis Sansalvador o Constantino Romero, que son los que vierten magistralmente a nuestro idioma común “La leyenda de la casa del Infierno”. Sirva este texto de nostálgico apoyo a tan impopular interés.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Talibán
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