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España España · Granada
Voto de Pliskin:
10
Thriller Eddie convence a tres amigos para jugarse sus ahorros en una partida de cartas contra Harry el Hacha, un mafioso del barrio. La partida está amañada, y Eddie no sólo pierde todo el dinero sino que contrae una deuda de medio millón de libras, que debe pagar en el plazo de una semana. El mafioso pretende quedarse con el local de su padre para resarcirse de la deuda, pero los cuatro amigos planean saldarla de una forma mucho más arriesgada. (FILMAFFINITY) [+]
23 de marzo de 2008
103 de 126 usuarios han encontrado esta crítica útil
Guy Ritchie tiene un talento especial para contar historias de gángsters. No sólo les da un toque original a sus personajes, sino que tiene una gran habilidad tramando guiones a los que añade un halo de negrísimo humor. Este hecho lo demostró, primero, en Lock & Stock, y luego, un par de años más tarde, con Snatch, Cerdos y Diamantes.

Lock & Stock tiene una historia compleja. Los protagonistas son básicamente cuatro amigos que deciden jugarse sus ahorros a una partida de póker con Harry el Hacha, uno de los reyes del hampa más temidos en la ciudad. Sin embargo, y a pesar de la legendaria habilidad jugando a las cartas de uno de ellos, el Hacha ya tiene preparada la estrategia para asegurarse la victoria. A raíz de la deuda que contraerán los protagonistas, se inicia una alocada trama narrada por la voz de... ¡¡SANTIAGO SEGURA!! (¡Pero a quién se le ocurrió semejante atrocidad!) en la que traficantes de droga, matones, asesinos y señores del crimen se verán involucrados con sangrientas consecuencias en final auténticamente apoteósico.

Comparándola con Snatch, Lock & Stock tiene interpretaciones muy buenas, pero quizás menos memorables (La sombra de Brad Pitt es amplia). No obstante, Lock & Stock tiene un par de personajes impagables, a saber, Rory Breaker (al que dedico el título de la crítica), que es el traficante de drogas negro al que nadie le interrumpe un partido de fútbol (genial la escena en la que demuestra qué puede hacerte si le interrumpes), el ladrón pelirrojo con cara de rata que habla como si se hubiera quemado la lengua con una "papa" caliente, Chris (Vinnie Jones) el matón del barrio encargado del cobro de las deudas de los gángsters más poderosos y su hijo, "Chrisito", etc...

A pesar de todo, esta Lock & Stock tiene los ingredientes que le hicieron triunfar a Ritchie. Humor negro en grandes dosis, unos personajes de lo más variopinto, escenas memorables (a salvo del final, al que ya he hecho suficiente publicidad, el plan alternativo que propone Jason Flemyng para saldar la deuda es sencillamente genial, por no decir la escena del asalto al cuartel general de los chavales que cultivaban la droga para Rory, ¡Qué buenísimo el recurrir a la escopeta de perdigones!), una historia sólida y, sobre todo, una narración inmersiva, absorbente y de gran celeridad.

La recomiendo para los que les guste el cine negro, negro (en humor y trama, entiéndase).

Por cierto, y para los más "freaks", quizás con Snatch llores de risa, pero el final de Lock & Stock es sencillamente supremo. Otra para mi contador Must Be Seen Twice.
Pliskin
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