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España España · Granada
Voto de Pliskin:
8
Drama En Los Ángeles, durante una jornada especialmente agobiante a causa del calor y del colapso del tráfico, de repente, un ciudadano normal se rebela de manera violenta y destructiva contra todo lo que lo rodea. Bill Foster (Michael Douglas) no es más que un hombre corriente que supera como puede las frustraciones de cada día y que lo único que quiere es regresar a casa. Un oficial del departamento de policía (Robert Duvall) intentará ... [+]
19 de noviembre de 2007
124 de 134 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primera hora de la mañana. Hora punta, para más detalle. Un calor abrasador. Deduzco que no hay aire acondicionado en el coche. Viste camisa y corbata, peinado corto, casi militar y unas gafas de montura negra que le dan un cierto aire intelectual. Está en un monumental atasco en la autovía. Pudiera pensarse que va a trabajar, pero no trabaja desde hace un mes. Él sólo quiere volver a casa... y se lo están impidiendo. ¿Quién? Todos. A su manera. La verdad, no es una opción muy inteligente cruzarse en su camino. Hoy tiene un día "tonto". Un día de esos en los que una mala contestación puede hacerle perder los pocos nervios que le quedan. Y no tarda en perderlos. D-FENS.

Esta es la primera impresión que tengo cuando veo los tres primeros minutos de la película. Michael Douglas no dice nada. Y aún así, lo dice todo.

No quiero desvelar demasiado de la trama, sólo que es una película que prefiere dar mensajes.

Douglas interpreta a un hombre que lo ha perdido todo por culpa, en parte, de una especial propensión que siente hacia la violencia. Es curioso, pero nunca me pareció el personaje más violento de la película. Su furia es, digamos, "defensiva". Es su forma de responder a la violencia que late en cada esquina de la calle. Su forma de vengarse de la sociedad que le ha educado.

La película plantea diversas situaciones en las que Douglas tiene oportunidad de despertar el demonio que lleva dentro, demostrando ser víctima y monstruo a la vez, mientras siembra el caos por toda la ciudad atrayendo tras su pista a un peculiar investigador de la policía que está en su último día de trabajo (Robert Duvall).

La recomiendo en general. Creo que es una película que merece ser vista, ya no sólo por la gran actuación de Michael Douglas, sino por las memorables secuencias que tienen lugar a lo largo del metraje (véase lo que puede hacer un maníaco en una hamburguesería con una TEC-9). Y repito, ojo a su mensaje. Sería un 10 si no tuviera un final tan convencional.

"Nos educan para ser astronautas, sin que nadie nos diga que cuando estemos al otro lado de la luna, estaremos incomunicados".
Pliskin
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