Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Segundo Premio:
5
Comedia Un hombre (Steve Coogan) es seleccionado por "El Observador" para recorrer los mejores restaurantes del país, lo que le permitiría hacer un estupendo viaje con su novia. Pero, cuando ella lo abandona, no tiene más remedio que conformarse con la compañía de un extravagante amigo (Rob Brydon). (FILMAFFINITY)
5 de junio de 2013
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cineasta británico, tras la miniserie de seis capítulos con el mismo título y los mismos protagonistas, se lanza a la carretera (y por el carril contrario) y filma esta cinta en la que dos actores cómicos, durante una semana, se darán unos buenos atracones gastronómicos a gastos pagados.

A pesar de la amistad que les une, entre ambos hay grandes diferencias. Steve está deseando hacer cine de éxito, quiere abandonar las producciones mediocres y dar el salto al cine de calidad, al cine alabado por la crítica, quiere convertirse en actor reconocido, de culto, y tal vez esa obsesión ha sido la que le ha convertido en un tipo irritante, algo ególatra, que se cree estar por encima de los demás y que se ha quedado solo, con una familia desestructurada y una pareja al otro lado del charco que necesita tiempo y espacio. Por otro lado nos encontramos a Rob, colega de profesión y antiguo compañero de batallas, que posee un carácter bien distinto: tiene carisma, es humilde, simpático, disfruta de cada gesto y de cada diálogo y vive feliz con lo su trabajo y su familia. Lo que aparentemente puede ser un choque de personalidades, no es la gran esencia de la cinta, pues al fin y al cabo ambos son muy parecidos, les une una amistad, y disfrutan de cada comida y de cada dilema que se plantean durante el viaje. El conflicto surge, tal vez, al conocer los intereses de cada uno, que son muy distintos. Mientras Rob está bien con lo que posee, Steve quiere algo más, y eso es algo que vamos notando a medida que avanza el metraje, los reproches y las críticas de Steve hacia Rob no son importantes para él, ya que el es feliz siendo como es y haciendo lo que hace, y esa felicidad se ve reflejada en su situación, ya que no necesita más de lo que tiene, y por otra parte Steve puede llegar a envidiar la vida de Rob sin despreciar la suya, pues a sus 41 años (Sí, lleva tres años seguidos cumpliendo 41) tiene un buen trabajo y sigue siendo reconocido y admirado.

El éxito o el fracaso de la cinta, se debe a la química entre ambos actores, que en esta película es innegable, ambos trabajan a la perfección y se complementan muy bien, de hecho lo mejor la cinta, sin duda alguna, son las interpretaciones. No obstante, el trabajo de los actores se apoya en el guion, que tiene muchos altibajos. Hay grandes diálogos, hay conversaciones profundas y tremendamente divertidas, llenas de acidez y de humor británico, como los posibles discursos de los generales medievales a sus soldados, las palabras que diría Steve en el funeral de Rob si este muriese o la guerra que libran ambos por convertirse en el mejor imitador de Michael Caine, pero hay partes que se pierden, que caen en saco roto, que despistan y que hacen perder el interés en la pantalla, y tal vez ese es el problema del film, que tanta palabra termina ahogando. Otro gran problema con el que se puede encontrar el espectador (y que por supuesto no es problema de la película) tras el visionado (sobre todo si es en versión original) es que muchos de los gags con los que cuenta el guion se basan en imitaciones a otros actores, por lo que es necesario conocer tanto la voz como la actitud de muchos de ellos (lo que implica haber visto muchas películas en versión original de actores como Anthony Hopkins o Al Pacino) para saber interpretar los chistes y valorar más aún las interpretaciones del elenco protagonista, de lo contrario puede parecernos pobre y aburrida gran parte de la trama.

Técnicamente destacaría la fotografía, ya que saca provecho no solo a los parajes por los que viajan los protagonistas, también sabe sacarle partido a los interiores y, sobre todo, a los platos de comida que van saliendo de las cocinas de los mejores restaurantes de la isla. El montaje tiene cierta originalidad aunque carece de ritmo en muchas secuencias, y el uso de la música apenas es existente, aunque se cubre de gloria la cinta cuando suena Atmosphere de los Joy Division mientras el coche de Steve va atravesando los campos ingleses.

The trip no es una película convencional, ya que deja de un lado el ABC del cine (inicio, desarrollo y desenlace) y se centra en un viaje entre dos amigos con un inicio, un desarrollo y un desenlace, sí, pero que se mantiene al margen para que el espectador pueda hacer lo mismo que hacen Rob y Steve: Disfrutar de la comida y de la buena compañía.
Segundo Premio
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow