La verdad es que no se por dónde empezar. Hace años compré la primera novela de Michael Connelly sobre el detective Harry Bosch ("El eco negro") y quedé fascinado por la crudeza y la oscuridad de Bosch, y por el estilo de Connelly que, en ocasiones, es como un puñetazo directo al estómago del lector. Esta serie no tiene nada de eso.
Llevaba años esperando a que llegara esta adaptación de las novelas y del detective de Connelly y me ha defraudado muchísimo. Los personajes son un auténtico chiste, alejados totalmente de la profundidad y de los claro-oscuros de las novelas. El guión parece escrito por un niño de diez años (siendo generosos), plagado de clichés del género que dejaron de hacer gracia y se convirtieron en absolutamente previsibles hace una década.
La verdad es que no entiendo cómo se puede destrozar de esta manera las novelas de Connelly. No soy un puritano de la literatura frente a las adaptaciones cinematográficas o televisivas, entiendo que son dos productos culturales difrentes, pero esta serie ridiculiza a unos personajes y un universo plagado de sutiles matices y de un crudeza acojonante.
Lo único que se salva es Titus Welliver en el papel de un Harry Bosch descafeinado y sin gracia.
No pierdan el tiempo y lean a Connelly.