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Voto de La Claqueta Metálica:
6
Drama Túnez, tras la primavera árabe. Hedi es un chico de 25 años que trabaja en un concesionario de coches y está a punto de contraer matrimonio con una chica elegida por su familia. Pero se enamora de una guía turística y se planteará rebelarse contra los que han diseñado su vida. (FILMAFFINITY)
13 de marzo de 2017
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El cine es una ventana hacia la sociedad. Y los cambios de un país se manifiestan en su cultura. En el mundo árabe, un cambio de pensamiento apareció tras la conocida “primavera árabe”. Dando lugar a un cine con alto compromiso social, donde el choque de esta nueva generación con el carácter tradicional de las anteriores queda patente en sus películas.

Una muestra de esta nueva oleada de cine es “Hedi, un viento de libertad”. La historia de un joven comercial al que, poco antes de su boda, mandan por viaje de negocios a otra ciudad. Lejos de su familia, en especial de su controladora madre, podrá al fin disfrutar de cierta libertad personal. Lo que le hará replantearse su forma de vida y qué es lo que quiere en el futuro.

La nueva generación queda reflejada en el protagonista de esta película. Un joven atado por su madre, obligado a cumplir las tradiciones y vivir la vida que su familia le dicta. Un matrimonio concertado, un trabajo impuesto y un sueldo administrado por su propia madre. En definitiva, una falta de libertad totalmente asumida, que convierte a Hedi en un hombre apático y sin ilusiones.

Cuando se ve obligado a salir de la ciudad por motivos de trabajo, es cuando empieza a disfrutar de cierta libertad personal. Se produce en él un despertar, que va haciéndole descubrir que es el dueño de su vida. Comienza a disfrutar de su día a día. Así como a plantearse qué es lo que realmente quiere hacer con su futuro. Una historia interesante por el claro paralelismo que supone con la sociedad árabe actual.

El problema de “hedi, un viento de libertad” es lo predecible que puede resultar. No hay duda de que logra presentar bien tanto a los personajes, como su situación. Pero, una vez se ha llevado a cabo tal presentación, podemos predecir con facilidad por donde va a discurrir la mayor parte de la trama.

Este obstáculo logra salvarlo su director, Ben Attia, mediante una bien llevada narración. Consiguiendo que la historia, pese a no suponer ninguna revelación para el espectador, resulte bastante amena y ligera. En definitiva, una historia pequeña, pero que muestra con gran éxito el carácter humano y los sentimientos de sus protagonistas.

Más en: www.laclaquetametalica.com
La Claqueta Metálica
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