Desde el primer minuto, la historia te atrapa. El ritmo es genial, los acontecimientos se van produciendo con una armonía asombrosa, no hay detalle obviado. Se va construyendo la personalidad del protagonista de una forma que permite cierta libertad al espectador en apreciar sus bondades y maldades. Es una crítica feroz al racismo, practicada con sutileza sublime, tal que raya lo evidente, como polos opuestos que se atraen. La adrenalina no se escapa de éste film, ya que habran escenas que nos levantaran del sillón y nos acelerará el corazón ( al más puro estilo acción del lejano oeste). Los comentarios racistos de autocrítica del personaje son en cierta manera divertidos, ya que casi rozan las típicas opiniones de ancianos cascarrabias enfadados con el mundo, porque ya no es como antes, diagnósticando el dinamismo de la cultura humana como una grave enfermedad o estigma social. ( paradoja cultural y social de bucle infinito).

En fin: Genial, adictiva, divertida, dramática y excitante. Una joyita vamos.