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Voto de FATHER CAPRIO:
8
Comedia Adán es un fontanero que está felizmente casado con Eva, un ama de casa obsesionada con la moda. Cuando, por casualidad, Eva conoce a un arrogante diseñador de moda, se convierte en modelo. (FILMAFFINITY)
4 de septiembre de 2015
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pocos serán los que desconozcan a Howard Hawks, director de films como La fiera de mi niña, Hatari, El Dorado o El sueño eterno, entre muchísimos más. Lo que quizás muchos desconozcan son sus películas de la era silente como esta “Hojas de parra”, su segundo largometraje, tras una inicial “El espejo del alma” cuyo relativo fracaso motivó que los productores le aconsejaran otro tipo de cine más acorde con los gustos del público y en definitiva más comercial. Hawks tomó buena nota y no solo cambió dramas por comedias sino que procuró llevar siempre las riendas de los proyectos en los que trabajaba.

Les diré que Hojas de Parra ha conseguido lo que otras comedias más modernas y afamadas no han podido: Hacerme reír, con una risa abierta fruto de un humor original e inteligente. Reconozco que no ha sido a carcajadas, modalidad que se suele dar más en el contexto contagioso de las salas de proyección y que suele responder a gags tan exagerados y previsibles, que los espectadores que tienen a la inteligencia en nómina, acaban dándole la tarde libre. Y no sólo me siento satisfecho por el buen rato pasado con la visión de esta película sino por haber sabido extraer su sutil comicidad a los inter-títulos ¡en inglés!, que uno con el idioma de la Thatcher lleva más enganchadas que ingleses y argentinos por las Malvinas. El fruto del esfuerzo resultó gratificante. La mies fue mucha…

Bien, me queda decirles someramente de qué va esto. Como habrán intuido por el título, la cosa tiene que ver con la prehistoria, pero no una prehistoria normalita sino la prehistoria de la propia prehistoria. Tanto es así, que las noticias del periódico matinal impreso al estilo Flinstone, es decir sobre autóctonas rocas del paleolítico o similar, se refieren a la “Bad Blood between Kain and Abel” y su publicidad viene a ser algo así como “An apple a day keeps the doctor away”. Pongamos que hablamos de Adan y Eva recién expulsados del Paraíso y ganándose las habichuelas como los demás hijos de vecino. Respecto a esto último sería necesaria la prueba de paternidad o releer las teorías darwinianas sobre la especie.

Nuestros primogénitos progenitores, con la serpiente metiendo cizaña, ya discutían sobre gastos domésticos y ropas femeninas, inaugurando Eva, con aquella frase de “No tengo nada que ponerme”, un conflicto universal atemporal que llega hasta la época actual y en especial aquella en que se rueda el film (años 20) con una variante, la serpiente se ha transmutado en la amiga y vecina del piso de enfrente. Por su parte, Adam, de apellido Smith, no es economista sino fontanero y Ana, por peliculero azar, acaba luciendo los vestidos del modisto más reconocido de New York, con el desconocimiento de su marido quien únicamente se dedica a desatascar cañerías. Hasta ahí quiero leer que sinó les quito toda la gracia.

Bien interpretada por George O´Brien (Adam), Olive Borden (Eve) , en los principales papeles, y con Heinie Conklin en un excelente trabajo secundario, “Hojas de Parra” es una buena opción para pasar un rato distendido y comprobar que nuestro músculo risorio sigue funcionando.
FATHER CAPRIO
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