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Voto de FATHER CAPRIO:
7
Drama. Romance Adaptación libre de la novela homónima de León Tolstói. John Gilbert interpreta a un joven cosaco que no le agrada la vida de su pueblo, prefiere leer poemas a salir a cabalgar por la estepa. Su padre, lo somete a crueles desdichas para forjar su carácter, inútilmente, porque el muchacho se vuelve cada vez mas rebelde... hasta que ambos son capturados por los otomanos y ahí se demuestra de que madera están hechos. (FILMAFFINITY)
28 de diciembre de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este proyecto de la MGM, uno de los más costosos de su tiempo, no estuvo exento de problemas. El guión de Frances Marion, basado en una novela de Leon Tolstoi, tuvo que ser rehecho en varias ocasiones, hasta el punto de que, en sus propias palabras, acabó bastante “deshilachado”. Su inicial director, George W. Hill, abandonó la película cansado de las exigencias de Gilbert y su partenaire, quienes pedían mayor peso para sus propios personajes, y el realizador fue sustituido por Clarence Brown, quien, como recordamos, ya había dirigido a Gilbert en “El demonio y la carne" junto a Greta Garbo. La relación sentimental de Gilbert con la Garbo aunque explotada taquilleramente en Love (Anna Karenina) no parecía ser del agrado de un celoso Mayer por lo que la elección de la campesina Maryana recayó sobre Renée Adorée quien había compartido cartel con Gilbert en The Big Parade. Puede decirse que fue un acierto y la química entre los dos constituye uno de los mayores activos de la obra.

La historia narra, a mi modo de ver de forma demasiado esquemática, la vida de un pueblo de cosacos, donde “los hombres guerrean con los vecinos turcos, las mujeres trabajan y donde, por encima de todo, está Dios”. La frase entrecomillada no es de mi autoría, sino que se repite en varias ocasiones en los intertítulos de esta “silent movie”. Es precisamente el hijo del líder de los cosacos quien rompe este simple esquema, dedicándose no a la lucha sino a la vida bucólica y contemplativa, especialmente de una de las jóvenes agricultoras amiga suya desde los años de la infancia. Su rechazo de las ocupaciones varoniles le hace ser blanco de las bromas y pullas de sus convecinos, hombres y mujeres, incluso de su amiga Maryana, quien le reprocha no haber matado a diez turcos.

Las cosas cambiarán y Lukashka (Gilbert) demostrará a su padre, a Maryana y al pueblo entero que es un hombre aguerrido y no un “primavera”. Sin embargo, la cosa se complica y entre batallas y batallas Maryana es pretendida en matrimonio por el hijo del Zar quien se ha fijado en esa pequeña comunidad para unir la sangre real con la de otras etnias. El orgullo y los malos entendidos hacen que Maryana acaba aceptando la proposición de su Majestad Imperial partiendo con él hacia Moscú. Una emboscada turca precipitará un final que no les voy a narrar pero que resulta impactante en algunos momentos por su violencia y efectos, como el derrumbe de una montaña dinamitada por los otomanos. Asimismo resultan muy espectaculares las escenas ecuestres de verdaderos cosacos contratados para la ocasión.

Los acontecimientos del 11-N y la exigencia de un tacto exquisito en estas cuestiones han dificultado la exhibición actual de un film “imperfecto”, ciertamente “deshilachado”, que pretende tocar a la vez demasiados palos: el amor, la guerra, la homosexualidad, la religión, la Rusia zarista, etc. pero que, en su conjunto resulta más que correcto, donde me quedaría especialmente con los ojos de Renée Adorée, la profesionalidad del trabajo de Ernest Torrence (padre de Lukashka y líder cosaco) y donde, John Gilbert, un santo del que no soy devoto, está bastante aceptable.
FATHER CAPRIO
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