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Voto de FATHER CAPRIO:
7
Drama 1956, invasión de Hungría. Unos ciudadanos intentan huir de Hungría cuando el país es invadido por las tropas soviéticas encargadas de reprimir la revuelta popular contra el gobierno comunista húngaro. El autobús en el que viajan es detenido por un oficial soviético, que se siente atraído por una mujer británica que se encuentra entre los pasajeros. (FILMAFFINITY)
28 de julio de 2009
24 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Leo el comentario de Francisco Marinero, crítico de El Mundo, recogido en Filmaffinity, y, con sinceridad, no entiendo nada. "Es un proyecto puramente coyuntural de la guerra fría". Respetuosamente y desde mi asumida posición de aprendiz : Me lo explique. Que en cine seré cero patatero pero mi licenciatura me costó mis buenos años de desgaste neuronal, o séase que de alguna culturilla presumo, amén de haber visto algún documental del Canal Historia.

1953: Muere Stalin. 1956: Kruschev critica al anterior régimen. Trabajadores y estudiantes húngaros buscan la renovación socialista con recuperación de la libertad de la clase obrera. Tanques soviéticos. Cómplicidad del gobierno húngaro. ¿Y la coyunturalidad? ¿Y la guerra fría? Es cierto que en aquel occidental contexto de "yankis buenos - rusos malos" propio de la tensión entre bloques de los 50, el film parece avalar la idea de crueldad comunista y brujas a la caza, pero es una visión que no debe llevarnos a engaño. Detrás de los tanques en la calle hay el drama humano de un militar. Y nos gustarán o no las películas con militares rusos vestidos de humanidad pero eso no justifica que las tildemos de "panfletarias" como hace el comentarista citado o de "petulantes" (sinónimo: chulo). Si bien la actitud del Mayor Surov (Yul Brynner) resulta chulesca por momentos, hacer extensiva tal actitud al resto del film de Litvak parece algo extralimitado.

Probablemente el drama sea "endeble", los hay más intensos. El romance a primera vista en un escenario sin concesiones sentimentales no ofrece demasiadas posibilidades. Sin embargo Litvak da fuerza a esa aparente endeblez y construye una película que intenta reflejar un drama nacional histórico y verdadero y hacerlo desde un argumento capaz de interesar a los espectadores. En este sentido podemos hablar del argumento "rutinario" del amor en los tiempos de las nacionalidades

Es posible que si el drama de un hombre atado a una nacionalidad y a un deber hubiese sido filmado por Douglas Sirk habláramos de obra maestra y sin embargo a Litvak, exiliado ucraniano, parece tildársele de juez y parte. Es como reprocharle a Lang que filmase Los verdugos también mueren, por cierto muy relacionada con La noche de los generales de Litvak.

En el fondo estamos hablando del drama personal de un hombre que busca sentidos a su existencia. Esa es su rutina o su originalidad según lo veamos. Y en esa busqueda hay conflictos internos que se transmiten con mejor o peor fortuna por mor de la interpretación, correcta, de Yul Brynner. Deborah Kerr, cumple en su papel convencionalmente maduro, si bien no estamos ante su mejor trabajo. Buenos momentos de Jason Robards. Robert Morley, grande, en lo artístico y en lo físico. ¿El conjunto?: Un film entretenido y tenso, romántico y digerible, con su realidad y su ficción como todos los films, con algunos defectos y algunas virtudes, y con un retrato de caracteres subsecuentes al conflicto mundial digno de encomio.
FATHER CAPRIO
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