“Middle Men” es una de esas películas que ves por pura casualidad. No la conocías, ya que no fue en su día muy promocionada que digamos, y lo más normal es que la mayoría de tus amigos y conocidos no la hayan visto puesto que ha pasado totalmente desapercibida por las salas de cine (desde luego ha sido un fracaso estrepitoso en las taquillas). Así pues, más o menos, la ves sin ningún tipo de expectativas, la ves con la firme convicción de que no va a ser nada del otro mundo. Y ahí es donde yo creo que reside el buen sabor de boca que te deja, o sea, en el pensamiento de que no esperabas mucho de ella.

“La red social” nos contó el nacimiento de la archiconocida página web Facebook. Haciendo una analogía podríamos decir lo mismo de “Middle Men”, pero con la diferencia de que aquí se nos cuenta como cobró vida la industria del porno en internet. Quiero hacer un inciso para aclarar que esta no es una película erótica-festiva y lo digo porque debido a su sinopsis y a su cartel promocional puedes pensar que es así. Desde luego carne se ve, pero nada de desnudos o sexo explícito (si tenías pensado ver el filme sólo por ese motivo, entonces seguramente saldrás decepcionado).

Otra cosa que quiero matizar es que esto no es una comedia ni de coña (yo quitaría ese género de su etiqueta descriptiva). Sí que posee alguna pincelada de humor negro, incluso puede que te arranque una carcajada algún que otro comentario subidito de tono, pero esto de comedia tiene muy poco o más bien nada, vaya. El filme tiene un tono oscuro, amargo, y hasta dramático en más de una ocasión, que no cuadra ni por asomo con una comedia (vamos esa es mi opinión).

En definitiva, “Middle Men” es una cinta que posee una buena historia y una buena forma de contarla. Además, entretiene, atrapa y te deja con la sensación de haber presenciado buen cine. Por supuesto que tiene pegas como, por ejemplo, lo excesivamente caricaturizados que están los personajes de Giovanni Ribisi y Gabriel Macht y, además, quizás se le pueda achacar también que dado el tema que trata parece mentira que no haya ninguna orgía o escena caliente en condiciones. Vale, tal vez, pero a mí, personalmente, esta propuesta me ha convencido mucho más de lo que me esperaba a priori y eso, dado los tiempos que corren con tanto truño suelto por ahí, creo que es algo que hay que agradecer.