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Rep. Dominicana FA
colaborador
Voto de Quique Mex:
676
Drama
1913, Budapest. Después de pasar su infancia en un orfanato, Irisz Leiter llega a la capital húngara con 20 años y la esperanza de trabajar de sombrerera en la antigua tienda de sombreros de sus padres biológicos. Pero Oszkar, el nuevo propietario, la rechaza. A su vez, se tendrá que enfrentar a su pasado cuando descubre un hermano que nunca supo que tenía. Su misión de encontrarlo la lleva a descubrir oscuros secretos mientras el país ... [+]
15 de junio de 2019
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Tras su multi premiado debut con la oscarizada ‘El hijo de Sául’, el director László Nemes presenta la que es su segunda película, en la que replica los recursos narrativos de su ópera prima,
La historia se ubica en la ciudad de Budapest en el año 1913, la joven de 20 años Írisz Leiter (Juli Jakab) regresa tras haber crecido en un orfanato luego de la muerte de sus padres, ella busca encontrar trabajo en la prestigiosa fábrica de sombreros que alguna vez perteneció a su familia, pero es rechazada por Ozskar (Vlad Ivanov), el nuevo propietario.
Pero pronto, el pasado se pone de frente a Irisz, cuando se entera que tiene un hermano del que ella desconocía su existencia, pese a las advertencias de la gente se decide a buscarlo, pero eso la llevará a descubrir una serie de oscuros secretos referentes a su familia, en una ciudad que se encuentra en la antesala de vivir el caos que genera la guerra.
Nemes repite el estilo visual de su anterior película para, más que contar la historia de su protagonista, ubicar al espectador en sus propios pies buscando generar mayor empatía, pero el relato y su desarrollo es tan encriptado que por momentos es imposible conseguirlo.
Toda la historia está permeada por un halo de grave solemnidad que vuelve al relato aun más impenetrable, Nemes es bastante mezquino en cuanto a la información que da al espectador y lo es durante la totalidad del metraje, mientras que su protagonista se desenvuelve siempre como dentro de un laberinto mental y misterioso, recorriendo las calles con la cámara pegada a ella dando la impresión de no saber a ciencia cierta a dónde se dirige, imposibilitando la identificación del espectador con un personaje siempre adusto y rígido.
Como sucedía con su ópera prima, la forma tan estilizada de su narrativa está por encima de la historia a contar, a pesar de la detallada recreación de los ambientes y de la época, la experiencia de adentrarse en este ‘Atardecer’ termina siendo un tanto agobiante, casi tanto como el incansable recorrido de su protagonista por esas calles de Budapest.
https://tantocine.com/atardecer-de-laszlo-nemes/
La historia se ubica en la ciudad de Budapest en el año 1913, la joven de 20 años Írisz Leiter (Juli Jakab) regresa tras haber crecido en un orfanato luego de la muerte de sus padres, ella busca encontrar trabajo en la prestigiosa fábrica de sombreros que alguna vez perteneció a su familia, pero es rechazada por Ozskar (Vlad Ivanov), el nuevo propietario.
Pero pronto, el pasado se pone de frente a Irisz, cuando se entera que tiene un hermano del que ella desconocía su existencia, pese a las advertencias de la gente se decide a buscarlo, pero eso la llevará a descubrir una serie de oscuros secretos referentes a su familia, en una ciudad que se encuentra en la antesala de vivir el caos que genera la guerra.
Nemes repite el estilo visual de su anterior película para, más que contar la historia de su protagonista, ubicar al espectador en sus propios pies buscando generar mayor empatía, pero el relato y su desarrollo es tan encriptado que por momentos es imposible conseguirlo.
Toda la historia está permeada por un halo de grave solemnidad que vuelve al relato aun más impenetrable, Nemes es bastante mezquino en cuanto a la información que da al espectador y lo es durante la totalidad del metraje, mientras que su protagonista se desenvuelve siempre como dentro de un laberinto mental y misterioso, recorriendo las calles con la cámara pegada a ella dando la impresión de no saber a ciencia cierta a dónde se dirige, imposibilitando la identificación del espectador con un personaje siempre adusto y rígido.
Como sucedía con su ópera prima, la forma tan estilizada de su narrativa está por encima de la historia a contar, a pesar de la detallada recreación de los ambientes y de la época, la experiencia de adentrarse en este ‘Atardecer’ termina siendo un tanto agobiante, casi tanto como el incansable recorrido de su protagonista por esas calles de Budapest.
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