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España España · Santa Cruz de Tenerife
Voto de Ozymandias_Iskander:
5
Terror. Thriller En Barrow, un remoto pueblo de Alaska, durante 30 días de cada invierno el Sol no sale y la noche ocupa todo el día. Ese es el momento en el cual aparece un misterioso grupo de extraños: vampiros sedientos de sangre, listos para tomar ventaja de la ininterrumpida oscuridad y alimentarse de los pocos residentes que permanecen en el pueblo. El comisario de Barrow, Eben (Josh Hartnett), su esposa Stella (Melissa George) y un decreciente ... [+]
12 de febrero de 2018
0 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que conste en acta mi pecado: no considero 30 days of night una película peor dentro del género de pelis de supervivencia con gente idiota que intenta sobrevivir, aunque hagan cosas muy estúpidas. Es un subgénero dentro del slasher, las pelis de zombis y todo ese tipo de filmes que sobreviven (juego de palabras, lo sé) para que la gente pueda ir al cine, decir que pasa el miedo y gritarle a los protagonistas cuando hacen alguna cosa terriblemente idiota. Vaya, como en la mayoría de pelis de George A. Romero.

La historia, basada en el cómic con guion de Steve Niles (que lo había pensado como una película), ya es conocida: un grupo de vampiros asola un pueblo en Alaska, Barrow, donde hay un mes de noche. Ya está. A partir de ahí, el sheriff y compañía intentarán sobrevivir contra unos chupasangres que actúan como monstruos despiadados (lo que son) y contra los que parece no haber ningún modo de vencer. Parece una premisa sencilla, lo es, pero a nadie más se le había ocurrido para crear una franquicia.

David Slade es un director que me gusta desde Hard Candy y creo que aquí hace todo lo posible para intentar entrar en el terreno de directores como John Carpenter y George A. Romero. O lo intenta. Se apoya en la fotografía y la escenografía (que intenta imitar el estilo del dibujante del cómic, Ben Templesmith) y, aunque el guion a veces frustra sus impulsos, es interesante cómo recupera al vampiro más salvaje, más digno de lo bestial, más allá de lo visto recientemente con vampiros más romanticones (y sí, Slade estuvo detrás de la tercera entrega de Crepúsculo, a saber muy bien por qué... Quizás, porque hay que comer).

A mí me parece loable el intento de llevar de nuevo a los vampiros a sus raíces. No caen en los terriblemente feos y falsos vampiros del Soy leyenda de Will Smith (que solo compartía con el clásico de Matheson el nombre) y quizás es más deudor de la evolución vampírica de los chupasangres de Blade 2 de Guillermo del Toro. Se les añade un idioma inventado, motivaciones medianamente monstruosas y algunos puntos interesantes como depredadores.

El reparto oscila entre intentar interpretar y cumplir medianamente, con un Josh Hartnett al que le cuelgan el sambenito de interpretar al sheriff, papel que quizás le llevó años después a encarnar al Ethan Chandler de Penny Dreadful, donde los vampiros parecían los precedentes de los que vemos aquí. Hay alguna cara conocida más, como la de Danny Huston en el rol de Marlow, Ben Foster como el Renfield de turno y Manu Bennett como el poli que lo intenta, pero no.

Aparte de todo esto, hay gore, sí, pero a ver, ¿qué se esperabas? ¿Que los vampiros brillasen y fueran nuestros colegas? No, es una película que va sobre lo que va, con momentos francamente desagradables, pero que uno acepta porque la película es lo que es. Sin embargo, será por cuestión de mentalidad, me resulta más cruel la parte humana que la monstruosa, véase el anciano con Alzheimer. Considero que es mucho más terrorífico e incómodo que ver a una panda de vampiros desgraciados desperdiciar la sangre (porque se ve que mucha hambre tampoco pasan, porque dejan los cadáveres a medio comer).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ozymandias_Iskander
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